El impacto ya se nota. El monitor mundial de residuos electrónico (GEM, por sus siglas en inglés) de 2024 de la ONU señala que en 2022 se produjo un récord de 62,000 millones de toneladas (Mt) de desechos electrónicos a nivel global, 82% más que en 2010 y se espera que para 2023 aumente otro 32% a 82,000 millones de toneladas.
En México, la IA también ha ganado un terreno considerable. Un análisis de Endeavor revela que hay 362 empresas dedicadas a la inteligencia artificial, las cuales invirtieron 500 millones de dólares entre 2022 y 2023. Sin embargo, con esta inversión en tecnologías como chatbots, procesamiento de lenguaje natural e inteligencia adaptativa, se intensifica la necesidad de infraestructura tecnológica avanzada, acelerando la generación de residuos electrónicos.
De acuerdo con el informe de la ONU, en México se producen 1,500 millones de toneladas de basura electrónica, lo que lo convierte en el tercer país del continente con mayor generación de estos desechos, tan solo detrás de EU y Brasil.
Ante esta euforia por la IA, las empresas de Cloud están buscando revertir el impacto con algunos programas. “Estamos buscando diversas alternativas para tener un reciclaje o reventa de 23.5 millones de componentes en nuestros centros de datos, además hemos implementado centros logísticos inversos para reutilizar materiales”, dice Chris Walker, director de sustentabilidad en AWS.
Además de su programa de economía circular, AWS también busca extender la vida útil de servidores y discos duros.
“Alcanzamos nuestra meta de energía 100% renovable en 2023, ahora vamos por la eficiencia con tecnologías como los Reactores Modulares Pequeños (SMR), que prometen una generación de energía más limpia y compacta”, señala el directivo de AWS.
Asimismo, AWS trabaja en proyectos de restauración de cuencas hidrográficas y en el uso de agua reciclada para enfriar centros de datos, mitigando el impacto en regiones donde los recursos son limitados, como es el caso de Sudáfrica.