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Del mar a tu bolsillo, tarjetas hechas con plástico del mar

RappiCard lanza su tarjeta edición especial Aquajolote, fabricada con plástico recuperado del mar.
lun 21 abril 2025 05:55 AM
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José Antonio Murillo, CEO de RappiCard México

Cada año, 15 millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos, de acuerdo con Pew Charitable Trusts, lo que equivale a un camión de basura por minuto, y esta cifra podría triplicarse para 2040 si no se toman medidas urgentes.

El plástico oceánico no solo amenaza a más de 700 especies marinas, también regresa a los humanos en forma de microplásticos presentes en alimentos y agua potable. Frente a esta crisis, surgen iniciativas que buscan transformar este residuo en soluciones con impacto positivo.

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Una de las iniciativas más recientes en México es la de RappiCard, que lanzó su tarjeta edición especial Aquajolote, fabricada con plástico recuperado del mar. Se trata de la segunda tarjeta de la marca elaborada con este material. La primera fue en colaboración con Ocean Plastic y se convirtió en una de las tarjetas más solicitadas por sus usuarios, de acuerdo con la fintech.

Con la tarjeta Aquajolote, RappiCard recupera desechos plásticos en zonas costeras como Quintana Roo para la elaboración de estas tarjetas. Cada una equivale, en promedio, a una botella retirada del océano.

Esta no es la primera incursión de la fintech en causas ambientales. Además de usar materiales reciclados, RappiCard ha impulsado alianzas estratégicas con instituciones como el Museo del Axolote Axolotitlán, en la Ciudad de México. Juntos lanzaron el documental titulado Axolotitlán: Encuentros de resiliencia y regeneración, que busca sensibilizar al público sobre la importancia de esta especie endémica y su rol como bioindicador del ecosistema de Xochimilco.

“La gente no siempre sabe lo que es un ajolote. Pero cuando usas una tarjeta con su imagen, despiertas curiosidad”, comenta José Antonio Murillo, CEO de RappiCard México.

El impacto de estas iniciativas va más allá del diseño. RappiCard asegura que los clientes tienden a usar más las tarjetas que reflejan causas con las que se identifican. De acuerdo con el directivo, poco más de 30% de las tarjetas que colocan es por recomendación de un cliente y notaron que con este tipo de productos especiales, que conectan con los valores del usuario, la recomendación del producto aumenta seis puntos porcentuales.

Así, en una empresa donde más del 80% de los usuarios tiene menos de 35 años, la sostenibilidad se vuelve no solo una responsabilidad, sino una estrategia de negocio.

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Un movimiento que crece

RappiCard no está sola en este esfuerzo. A nivel global, empresas como Mastercard han desarrollado un programa de tarjetas sustentables en colaboración con más de 100 bancos alrededor del mundo. En 2021, la firma lanzó su Sustainable Card Program, que impulsa el uso de materiales reciclados, bioplásticos y PVC recuperado. Según Mastercard, se han emitido más de 168 millones de tarjetas sostenibles desde el inicio de esta iniciativa.

En Europa, Triodos Bank, reconocido por su enfoque ético, ofrece tarjetas biodegradables hechas con bioplástico derivado del maíz. En Asia, DBS Bank en Singapur introdujo tarjetas fabricadas con materiales reciclados y promueve programas de recolección de plástico entre sus clientes.

A pesar de estos avances, la mayoría de las tarjetas bancarias aún se producen con PVC virgen. Un informe de Nilson Report estima que cada año se emiten más de 6,000 millones de tarjetas plásticas en todo el mundo. La transición hacia opciones más sostenibles representa tanto una oportunidad como un desafío para el sector financiero.

Conciencia ambiental

Además del componente ambiental, iniciativas como la de RappiCard también buscan generar conciencia social. “Esto es un mini ritual. Cada vez que usas tu tarjeta, te acuerdas que el medio ambiente importa y que en nuestras decisiones de consumo es donde está el cambio”, afirma Murillo.

La tarjeta ya puede solicitarse desde la app de RappiCard. Junto con el lanzamiento, la empresa aportó recursos al Museo del Axolote para la construcción de un nuevo domo de exhibiciones.

“El ajolote representa la dualidad de nuestra identidad mexicana, y también la posibilidad de regeneración”, dice Murillo. “Como empresas, debemos generar valor para la sociedad. No basta con tener utilidades si destruimos un ecosistema en el camino”.

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Rappi Tarjeta de Crédito Contaminación ambiental

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