Oscar García, Head of Growth and Customer Success de Energía Real, dice que el apagón en España evidencia un punto crítico en los procesos de transición energética, y es que no basta con aumentar la capacidad instalada de generación renovable, sino que es indispensable contar con un sistema resiliente y flexible, en el que el almacenamiento de energía juegue un rol central.
“Uno de los principales retos observados es la falta de integración operativa del almacenamiento en la red. Aunque ya existe capacidad instalada significativa, muchos de estos sistemas no estuvieron disponibles o no fueron despachados a tiempo para evitar la crisis. Esto revela una desconexión entre la infraestructura instalada y su adecuada gestión”, agrega García.
Según el reporte Revisión Global de la Electricidad 2025 de Ember Energy, la generación de todas las fuentes de energía bajas en carbono (renovables más nucleares) superó 40% de la electricidad mundial en 2024 por primera vez desde la década de 1940.
La que más contribuye a ese crecimiento durante los últimos tres años es la energía solar y los nuevos impulsores de la demanda, como los vehículos eléctricos, las bombas de calor y los centros de datos, contribuyen con 0.7% al crecimiento anual de la demanda, más del doble de lo que lo hicieron hace cinco años.
María José Cortés, responsable de sustentabilidad y especialista en energía renovable de Atlas Renewable Energy, comenta que todos los países, no solo México, van tarde en uno u ptro sentido en la transición energética.
En el país, de acuerdo con la experta, hace falta pues claridad regulatoria, una implementación efectiva del Plan Nacional, la integración del almacenamiento como solución a la intermitencia para garantizar la confiabilidad de la red, la expansión de la infraestructura de transmisión y puntos de interconexión.
“El almacenamiento es identificado como un componente esencial para la viabilidad y crecimiento de las energías renovables, abordando el desafío de la intermitencia y fortaleciendo la confiabilidad de las redes eléctricas. México tiene la oportunidad de aprovechar el interés de inversión y aprender de experiencias regionales e internacionales, siendo fundamental la claridad regulatoria y la colaboración público-privada para su implementación”, asegura Cortés.