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Invertir con impacto social y ambiental sí resulta un buen negocio

New Ventures Capital canaliza el poder del capital privado y las herramientas de negocios para atender problemáticas sociales y ambientales.
mar 02 septiembre 2025 05:55 AM
New Ventures
Lo que comenzó en 2004 como un proyecto filantrópico que buscaba a 10 emprendedores con soluciones y tecnologías innovadoras aplicadas al medioambiente, se ha convertido en una organización que impulsa a empresas sociales y ambientales con alcance en toda Latinoamérica.

El ecosistema emprendedor mexicano de hace 20 años era muy diferente al actual, con recursos limitados y con un impulso incipiente. Y a ese entorno volvió en 2004 Rodrigo Villar, tras estudiar un MBA en Australia. Su objetivo claro de dedicarse al venture capital lo llevó a dejar atrás el mundo corporativo y, aunque conocía poco de emprendimiento de impacto, sabía que la sustentabilidad era un factor empresarial y social que no iba a pasar desapercibido.

Así se convirtió en socio fundador de New Ventures Group en México, un programa que nació dentro del World Resources Institute, en Washington, y que llegó al país de la mano del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, una institución que canaliza recursos financieros a actores que protegen la riqueza natural del país. “Mi sueño era que un emprendedor ambiental ocupara la portada de Expansión”, dice Villar.

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Lo que comenzó en 2004 como un proyecto filantrópico que buscaba a 10 emprendedores con soluciones y tecnologías innovadoras aplicadas al medioambiente, solo para acelerarlos porque no contaba con vehículos financieros, se ha convertido en una organización que impulsa a empresas sociales y ambientales con alcance en toda Latinoamérica.

“El propósito siempre ha sido utilizar el poder del capital privado y las herramientas de negocios para atender problemáticas sociales y ambientales para los que la filantropía o el dinero gubernamental no es suficiente”, detalla Villar. “Creemos que la innovación, la tecnología con intención de resolver estas problemáticas, acompañada de modelos de negocio sostenibles, pueden ser una gran herramienta”.

Para terminar con el estigma que existía hace dos décadas sobre los emprendimientos de impacto, New Ventures evolucionó hasta contar con cinco divisiones, demostrando que estas start-ups no solo tienen buenas intenciones, sino que son negocios rentables. La organización mantiene una vertical como aceleradora, por la que pasan entre 200 y 300 empresas cada año a través de aliados como IKEA, Bayer o la Fundación Hilton, lo que suma más de 2,000 a la fecha.

Además, New Ventures Capital invierte en emprendimientos en etapa temprana que comprueben soluciones a problemas sociales y ambientales, con fondos de 20 mdd y que hasta el momento lleva 15 inversiones con la meta de llegar a 30. En su portafolio hay compañías como Cuéntame, que lidera Regina Athié, enfocada en atender riesgos psicosociales en las empresas, o Plenna, una start-up de salud femenina fundada por Lorena Ostos y Giovanna Abramo, que acaba de levantar 6 mdd en una ronda en la que también participaron Mazapil, Dalus Capital y Karla Berman.

Viwala es su brazo financiero que trabaja en proyectos para reducir la desigualdad de género mediante el financiamiento de empresas de impacto lideradas por mujeres y, además de una firma en Buenos Aires enfocada en la medición del impacto y temas de política pública, New Ventures organiza el Foro Latinoamericano de Inversión e Impacto (FLII).

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El pulso del ecosistema

Con los años de experiencia, Villar observa un ecosistema de emprendimiento de impacto en México con un futuro prometedor. “Yo creo que es un adolescente que se está definiendo, que tiene toda la vida por delante”, comenta. También es una etapa en la que se tiene que definir como industria qué es un fondo de impacto, porque no es que haya disminuido el apetito de estos emprendedores, sino que ha habido una diversificación de fondos donde los emprendedores “encuentran su clan”, y es ahí donde los especializados, como New Ventures, hacen alianzas.

“En las 15 inversiones que hemos hecho, hemos coinvertido con fondos tradicionales. A nosotros nos ayuda mucho porque probamos que a un fondo tradicional le interesa”, detalla Villar. “Y creo que agregamos mucho valor, como ayudarles a utilizar sus métricas, su impacto, como una herramienta de crecimiento. No queremos ser simplemente algo que los obligue a reportar, queremos que vean en el impacto una estrategia de crecimiento y algo que les agrega valor”.

Y en la intencionalidad, Villar encuentra además un diferenciador que abona a la obtención de financiamiento. “Hay muchos fondos. Se habla de un trillón de dólares en el mundo que se movilizan en inversión de impacto. En Latinoamérica estamos unos años atrás, pero las tendencias son muy positivas”.

Según la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), la inversión en start-ups en el país alcanzó los 970 mdd en 2024, 16% más que en 2023; lo que suma 12,300 mdd en los últimos 22 años. Las tendencias de inversión se centran en las fintech, el e-commerce y la IA.

En inversión de impacto también ha habido crecimientos. “El tema ambiental lo puedes hasta dividir en dos: existe una parte que es más difícil a nivel de negocio, temas de biodiversidad o de océanos; y hay otra más industrial, como la cleantech, donde las primeras empresas hace 20 años empezaban a hacer celdas solares que, hoy en día, es un commodity”, detalla. “No perdió empuje, se volvió un commodity, ya que es algo que usamos todos los días, como coches eléctricos, celdas y calentadores solares, algo que ves en cada casa”.

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startups Medio ambiente

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