En México se consumen más de 700,000 toneladas de envases de PET al año, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y aunque el país es uno de los mayores recicladores de este material en América Latina, gran parte del proceso sigue siendo mecánico, con límites claros en número de ciclos y calidad del plástico recuperado. En ese contexto surgió Break PET, una startup mexicana que busca cambiar la lógica del reciclaje tradicional mediante biotecnología.
BreakPET nació hace seis años a partir de la experiencia académica de Daniel Rodríguez, doctor en Ciencias Bioquímicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y hoy director general de la empresa, quien encontró en el plástico un campo donde esa especialización podría tener impacto ambiental y económico.