Esa modificación se tradujo en una reducción de las emisiones de azufre, que reflejaron la luz solar hacia el espacio y contribuyeron así a enfriar la atmósfera.
Los investigadores también estiman que la Circulación Meridional Atlántica (CMA), un sistema de corrientes oceánicas que desempeña un papel fundamental en la regulación del clima, va a cesar "en los próximos 20 a 30 años", principalmente como consecuencia del deshielo.
Esta desaparición provocará "problemas importantes, en particular una subida del nivel del mar de varios metros", advierten, hablando de un "punto de no retorno".
Según sus previsiones, es probable que la temperatura media mundial se mantenga en los próximos años en 1.5°C o por encima de los niveles preindustriales, antes de alcanzar el umbral de los 2°C en 2045.
Adoptado hace casi diez años por casi todos los países del mundo, el Acuerdo de París, del que Estados Unidos anunció recientemente que se retiraba por segunda vez, pretende mantener el aumento de la temperatura media mundial "muy por debajo de 2ºC" en comparación con los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1.5ºC.