Poco amigables con el planeta
La celebración del Día de San Valentín, aunque llena de amor y buenas intenciones, tiene un impacto ambiental considerable a través de las emisiones de efecto invernadero (GEI), consumo de agua y recursos naturales que a menudo se pasa por alto. Para entender mejor esto, es necesario analizar el ciclo de vida de los regalos más populares asociados con esta fecha.
El chocolate con sabor dulce para las personas y uno amargo para el planeta. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) menciona en un reporte que se necesitan cerca de 17.196 litros de agua para producir un kilo de chocolate. Por otro lado, la huella de carbono del chocolate, considerando las emisiones que genera el cambio de uso de suelo para cultivo, corresponden a 6.8 gramos de CO2 por gramo de chocolate con leche, y 10.1 gramos de CO2 por gramo de chocolate negro.
Aunque muchas empresas mejoran sus procesos para producir chocolate, la gran demanda de este tipo de festividades estimula el uso de fuertes cantidades de agua y energía. Además, muchos chocolates contienen aceite de palma, cuyo cultivo está asociado a la deforestación y la pérdida de biodiversidad.
Las flores son algo simbólico para muchas personas para celebrar este día. Sin embargo, la huella de carbono de un ramo de flores se puede disparar, y mucho, según sea su procedencia. Según datos de Informe sobre el mercado mundial de flores 2024, cada rama cortada emite a la atmósfera tres kilogramos de CO2 lo que equivale al consumo de 3.8 litros de gasolina. El cultivo de flores a menudo implica el uso intensivo de pesticidas y fertilizantes químicos, que pueden contaminar el suelo y el agua.
La comida y los platillos que se sirven en los restaurantes para tener un momento romántico también puede tener un impacto sobre el medio ambiente. En general, el sector alimentario es uno de los más contaminantes para el planeta, ya que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la producción de alimentos representa un tercio de las emisiones de gases invernadero y el uso del 70% del agua dulce en el mundo.