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¿Cómo celebrar un 14 de febrero sin tener culpa ambiental?

El Día del Amor y la Amistad se caracteriza por un aumento en el consumo de flores, alimentos y otros artículos, lo que genera un impacto en el medio ambiente.
vie 14 febrero 2025 05:14 AM
14 de febrero y sustentabilidad
El 14 de febrero puede transformar algunas ideas y hábitos de consumo que son innecesarios y dañan al planeta

La celebración del Día del Amor y la Amistad es una buena oportunidad para mostrar el cariño y la estima que se le tiene a las personas más cercanas a través de regalos y presentes. Es una fecha en la que las personas tienden a aumentar el consumo en productos que impactan al planeta.

Según una encuesta de Kantar, los productos que más regalan los mexicanos son los chocolates, con 22%; los desayunos, comidas o cenas, son opción para el 21%; el regalar flores, representa el 8%; mientras que 10% dice dar otro tipo de presentes.

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Poco amigables con el planeta

La celebración del Día de San Valentín, aunque llena de amor y buenas intenciones, tiene un impacto ambiental considerable a través de las emisiones de efecto invernadero (GEI), consumo de agua y recursos naturales que a menudo se pasa por alto. Para entender mejor esto, es necesario analizar el ciclo de vida de los regalos más populares asociados con esta fecha.

El chocolate con sabor dulce para las personas y uno amargo para el planeta. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) menciona en un reporte que se necesitan cerca de 17.196 litros de agua para producir un kilo de chocolate. Por otro lado, la huella de carbono del chocolate, considerando las emisiones que genera el cambio de uso de suelo para cultivo, corresponden a 6.8 gramos de CO2 por gramo de chocolate con leche, y 10.1 gramos de CO2 por gramo de chocolate negro.

Aunque muchas empresas mejoran sus procesos para producir chocolate, la gran demanda de este tipo de festividades estimula el uso de fuertes cantidades de agua y energía. Además, muchos chocolates contienen aceite de palma, cuyo cultivo está asociado a la deforestación y la pérdida de biodiversidad.

Las flores son algo simbólico para muchas personas para celebrar este día. Sin embargo, la huella de carbono de un ramo de flores se puede disparar, y mucho, según sea su procedencia. Según datos de Informe sobre el mercado mundial de flores 2024, cada rama cortada emite a la atmósfera tres kilogramos de CO2 lo que equivale al consumo de 3.8 litros de gasolina. El cultivo de flores a menudo implica el uso intensivo de pesticidas y fertilizantes químicos, que pueden contaminar el suelo y el agua.

La comida y los platillos que se sirven en los restaurantes para tener un momento romántico también puede tener un impacto sobre el medio ambiente. En general, el sector alimentario es uno de los más contaminantes para el planeta, ya que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la producción de alimentos representa un tercio de las emisiones de gases invernadero y el uso del 70% del agua dulce en el mundo.

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Reenamorarse de la Tierra

Aunque es difícil cambiar los hábitos que se tienen de una tradición que lleva siglos de existencia, la necesidad de voltear a ver el impacto que tienen estas celebraciones sobre el medio ambiente resulta esencial para combatir el cambio climático que afecta a esta y las futuras generaciones.

Actualmente, la producción de chocolate ha estado en el centro del debate sobre su impacto climático. Sin embargo, muchas empresas y agricultores se inclinan por opciones más sustentables que permitan mitigar la emisión de GEI con procesos que reducen el consumo de agua y que no incentivan la deforestación.

"Queremos equilibrar un poco la balanza y no pedir que se dejen de consumir los productos derivados del cacao, sino que se intente averiguar más información sobre los productos que lo contengan para elegir aquel que pueda tener menos impacto sobre el medio ambiente", dice la WWF.

Para aquellos que buscan celebrar de manera más ecológica y no perder la tradición de regalar flores, hay varias opciones a considerar, como consumir los que sean origen local y cultivadas de forma sostenible puede reducir considerablemente su impacto ambiental. Otra alternativa es optar por plantas en maceta, que pueden durar mucho más tiempo que las flores cortadas y proporcionar beneficios a largo plazo como la purificación del aire.

Los organizaciones ambientales y expertos también señalan que se pueden considerar regalos no materiales, como experiencias compartidas o donaciones a organizaciones benéficas ambientales, que pueden ser tan significativos como las flores y al mismo tiempo contribuir a un futuro más sostenible.

"El 14 de febrero es una gran fecha para empezar a transformar todos los hábitos que nos hacen daño; un acto de amor invaluable es cuidar el mundo que habitamos", indica en un reporte Greenpeace.

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