La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva, dijo a los periodistas en Delhi, hablando a través de un traductor, que el "contexto geopolítico cada vez más complejo", caracterizado por la agitación y los aranceles comerciales, corría el riesgo de interrumpir el progreso para frenar el cambio climático.
"Pueden drenar recursos, y también pueden dificultar el ambiente de confianza entre las partes. Se produce un triple efecto negativo, porque a menos acción, menos dinero, lo que se traduce en una menor cooperación entre los países", afirmó Silva.
Brasil, que acogerá en noviembre la cumbre anual de las Naciones Unidas sobre el clima COP30, ha dicho que utilizará su presidencia para presionar a favor del multilateralismo y el respeto a la ciencia, en una réplica a Trump.
Desde el descalabro de Trump por priorizar a Estados Unidos por encima de ayudar a resolver problemas globales y aportar financiación internacional, Silva dijo que otros países pueden sentir que tienen que redistribuir las finanzas a áreas como la defensa.
Puso en duda el acuerdo alcanzado en la cumbre de la COP del año pasado para triplicar la financiación a las naciones pobres hasta 300,000 millones de dólares anuales para 2035, afirmando que "no puede darse por sentado".
Silva también afirmó que las disputas sobre aranceles comerciales son "malas para todos" y sólo tienen beneficios políticos a corto plazo.
"A largo plazo, pueden provocar inflación, pueden provocar un descenso de la popularidad (...) La gente no será solidaria si sus casas son pasto de las llamas, si repercuten en su seguridad alimentaria a causa de la inflación", afirmó.