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Fibra Uno acelera su estrategia ESG y apunta a emisiones netas cero en 2050

El fideicomiso se estableció como meta lograr que el 26% de su portafolio cuente con una certificación LEED o EDGE para 2027, el objetivo está cerca de alcanzarse.
mar 10 junio 2025 05:00 AM
Torre Mayor
Algunos inmuebles, como la Torre Mayor, se modernizan para lograr una certificación LEED o EDGE.

El fideicomiso de inversión en bienes Inmuebles Fibra Uno (FUNO) no solo busca cumplir con la demanda de sus inversionistas y clientes en temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) ni con lo que pide la regulación. La firma quiere ir más allá.

Actualmente, el 22 % del portafolio de FUNO ya cuenta con certificaciones internacionales como LEED o EDGE, equivalentes a más de tres millones de metros cuadrados certificados. La meta de la compañía es alcanzar 26 % de certificación para 2027, un objetivo que podría lograrse antes de lo previsto.

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“Seguramente para principios de 2026 estaremos anunciando que hemos alcanzado ya esta meta y es que no hemos parado, cada metro cuadrado que levantamos es un metro cuadrado que nace certificado. Además, estamos transformando inmuebles que no nacieron con esta certificación”, dice Gonzalo Robina, director general de FUNO.

Uno de los ejemplos más emblemáticos del avance de la estrategia de sostenibilidad de FUNO es la transformación de la Torre Mayor, en la Ciudad de México. Este rascacielos, inaugurado en 2003, no contaba originalmente con certificaciones ambientales. Sin embargo, tras un proceso de modernización, ya tiene la certificación LEED Platino, es autosuficiente en consumo de agua y ha reducido en un 45 % su consumo de energía eléctrica, de acuerdo con el directivo.

Según Robina, 2024 fue el año en que FUNO certificó la mayor cantidad de metros cuadrados, debido principalmente a la certificación de inmuebles industriales que son más grandes que otro tipo de complejos.

Si bien, en términos de certificación la firma va viento en popa, su desafío más ambicioso es alcanzar emisiones netas cero para 2050. Para lograr su objetivo la compañía no solo debe implementar mejoras en sus activos, sino también fomentar la participación de sus inquilinos.

“Por más que hagamos nosotros las certificaciones, si nuestros inquilinos no lo hacen, se vuelve prácticamente imposible”, advierte Robina.

Aunque grandes clientes ya tienen estrategias de sostenibilidad consolidadas, FUNO enfrenta un reto adicional con las pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente en el sector comercial, donde en un solo complejo se pueden llegar a tener hasta 200 clientes de distintas industrias y tamaños.

“No hay una resistencia. Lo que se imaginan es que es algo carísimo. Cuando les explicas que no es así y que con pequeñas acciones se puede avanzar, lo adoptan”, señala Robina.

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La estrategia ESG de Fibra Uno también integra la mitigación frente a los riesgos climáticos. La empresa mapeó el 100 % de su portafolio en México para identificar vulnerabilidades, evalúo los riesgos y ahora están tomando las medidas de mitigación correspondientes. Uno de los ejemplos más recientes de esto es la remodelación del centro comercial La Isla en Cancún, que ahora incorpora infraestructura resistente a huracanes e inundaciones.

Toda la estrategia de la compañía tiene un sentido financiero y operativo, y es que según Robina, los inmuebles certificados y que toman en cuenta los riesgos climáticos resultan más eficientes en costos de operación y son preferidos por grandes marcas, que cada vez exigen mayores estándares ESG para seleccionar sus ubicaciones.

“Hay muchos inquilinos que si no tienes estas certificaciones, ni te voltean a ver. Hoy tratar de navegar en el mundo sin estos temas de sustentabilidad sería prácticamente imposible. Quien no lo haga, le auguro poco tiempo en el mercado”, comenta Robina.

Esta visión ha sido respaldada por el mercado financiero. En mayo de 2025, FUNO colocó con éxito un bono vinculado a la sostenibilidad por 12,700 millones de pesos, con una sobredemanda de 2.55 veces, según información pública.

Estos instrumentos están vinculados al cumplimiento de metas de certificación, con tasas que se ajustan si no se alcanzan los objetivos acordados. En este caso, los fondos son destinados al refinanciamiento de deuda y la firma se compromete a certificar al menos el 26.6% de su portafolio en 2027 bajo LEED y EDGE.

“Hemos leído la demanda de los inversionistas en ese sentido y nos hemos movido por delante de eso. No queremos cumplir nada más con lo que nos están exigiendo, queremos ser los pioneros y los que vayan rompiendo con todo. Los temas ESG los tenemos en el ADN, no nos tienen que torcer el brazo para hacerlo, lo hacemos convencidos”, asegura Robina.

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Fibra Uno Bienes raíces

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