La estrategia ESG de Fibra Uno también integra la mitigación frente a los riesgos climáticos. La empresa mapeó el 100 % de su portafolio en México para identificar vulnerabilidades, evalúo los riesgos y ahora están tomando las medidas de mitigación correspondientes. Uno de los ejemplos más recientes de esto es la remodelación del centro comercial La Isla en Cancún, que ahora incorpora infraestructura resistente a huracanes e inundaciones.
Toda la estrategia de la compañía tiene un sentido financiero y operativo, y es que según Robina, los inmuebles certificados y que toman en cuenta los riesgos climáticos resultan más eficientes en costos de operación y son preferidos por grandes marcas, que cada vez exigen mayores estándares ESG para seleccionar sus ubicaciones.
“Hay muchos inquilinos que si no tienes estas certificaciones, ni te voltean a ver. Hoy tratar de navegar en el mundo sin estos temas de sustentabilidad sería prácticamente imposible. Quien no lo haga, le auguro poco tiempo en el mercado”, comenta Robina.
Esta visión ha sido respaldada por el mercado financiero. En mayo de 2025, FUNO colocó con éxito un bono vinculado a la sostenibilidad por 12,700 millones de pesos, con una sobredemanda de 2.55 veces, según información pública.
Estos instrumentos están vinculados al cumplimiento de metas de certificación, con tasas que se ajustan si no se alcanzan los objetivos acordados. En este caso, los fondos son destinados al refinanciamiento de deuda y la firma se compromete a certificar al menos el 26.6% de su portafolio en 2027 bajo LEED y EDGE.
“Hemos leído la demanda de los inversionistas en ese sentido y nos hemos movido por delante de eso. No queremos cumplir nada más con lo que nos están exigiendo, queremos ser los pioneros y los que vayan rompiendo con todo. Los temas ESG los tenemos en el ADN, no nos tienen que torcer el brazo para hacerlo, lo hacemos convencidos”, asegura Robina.