Este cálculo supone la primera vez que la CMNUCC pronostica un descenso constante de las emisiones mundiales, que no han dejado de aumentar desde 1990.
El recorte previsto del 10% dista mucho de la reducción de emisiones del 60% necesaria para 2035 para limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados por encima de las temperaturas preindustriales, umbral a partir del cual, según los científicos, se desencadenarían impactos mucho más graves.
Ese déficit añade presión antes de la cumbre climática COP30 del próximo mes en Brasil para que los países intensifiquen sus esfuerzos, incluso mientras Estados Unidos hace retroceder las políticas climáticas bajo el presidente Donald Trump.
"La humanidad está doblando claramente la curva de emisiones hacia abajo por primera vez, aunque todavía no lo suficientemente rápido", dijo el jefe de la CMNUCC, Simon Stiell.
"Ahora le toca a la COP30 y al mundo responder y mostrar cómo vamos a acelerar", dijo Stiell en un comunicado.
Muchos países han tardado en presentar objetivos climáticos más ambiciosos, en un contexto de desafíos económicos y geopolíticos. La CMNUCC también publicó un informe detallado de los 64 países que cumplieron el plazo de septiembre para presentar planes climáticos definitivos, pero estos solo representan el 30% de las emisiones mundiales.