Modo desastre
Aunque rebasar el límite no es un concepto nuevo en ciencia, muchas figuras destacadas del ámbito climático se mostraron incómodas al hablar de ello.
"No quería dar la impresión de que no pasa nada si rebasamos el límite", declaró este año a AFP Patricia Espinosa, exdirectora de la ONU Clima. "Quería mantenerme muy, muy firme".
Para que esta fase sea lo más breve posible, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que, idealmente, las emisiones de gases de efecto invernadero deberían haber alcanzado su máximo en 2020 y luego haber disminuido aproximadamente a la mitad en 2030. Estamos a mitad de la década y no han comenzado a descender.
Por lo tanto, el mensaje está cambiando.
"Lo primero que debemos decir con sinceridad a la humanidad, pero también a todos los dirigentes políticos que se reúnen en Belém, es que debemos reconocer nuestro fracaso", según Rockström, que forma parte del equipo de asesores del secretario general de la ONU.
"No hay pruebas que demuestren que podamos adaptarnos a nada por encima de +2 grados", añadió. En cuanto a +3 grados centígrados, sería "el modo desastre" para miles de millones de habitantes del planeta, advirtió.
Las energías renovables y la protección de los bosques y los océanos, indispensables para la absorción de carbono, son prioridades. Una vez alcanzado el objetivo de emisiones netas cero en 2050, habrá que pensar también en los medios para capturar el CO2 de la atmósfera, que aún no se dominan bien.
"El panorama general sugiere que habrá cada vez más dificultades si dependemos del sistema terrestre para absorber el carbono", comentó Bill Hare, experto de Climate Analytics. "Ahora nos encontramos en una zona muy peligrosa".