La dependencia de los combustibles fósiles en el sector transporte, que incluye automóviles, camiones y motocicletas, es responsable de casi un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Para combatir el cambio climático, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace un llamado a las empresas y gobiernos para optar y desarrollar alternativas de movilidad a través de innovaciones tecnológicas, fuentes de energía sostenible y en la mejora de la eficiencia en su infraestructura.
El Centro de Movilidad Sostenible de la Universidad de Stanford señala que esta transición no se limita a la adopción de nuevas tecnologías y de una eficiente transición energética, sino implica crear una infraestructura que integre tanto a los usuarios de autos particulares, del transporte colectivo y las otras alternativas de movilidad sustentable, por ejemplo, en la construcción de estaciones de carga para vehículos eléctricos, la expansión de carriles para peatones y bicicletas, además de una mejora en la accesibilidad al transporte público.