En un mundo donde los dispositivos electrónicos son esenciales para nuestra vida diaria, el desafío de los residuos electrónicos (e-waste) está llamando cada vez más nuestra atención y más si consideramos que México es uno de los principales generadores de residuos electrónicos en América Latina. Según el Monitor Global de E-Waste 2024, cada mexicano genera en promedio 11.8 kilogramos de residuos electrónicos al año, lo que suma aproximadamente 1.5 millones de toneladas anuales a nivel nacional y de esta cantidad, solamente el 4% se recicla adecuadamente.
Del uso al reúso en la tecnología

Este panorama nos lleva a reflexionar, especialmente desde el sector empresarial: ¿es posible mantenernos a la vanguardia tecnológica sin comprometer nuestro compromiso con el medio ambiente? La respuesta es sí. La clave está en transformar nuestra relación con la tecnología, asumiendo una visión de sostenibilidad que incluya desde el diseño responsable hasta el consumo consciente y la correcta disposición de los dispositivos al final de su ciclo de vida.
A continuación, presento algunas estrategias fundamentales que se pueden impulsar en la industria tecnológica hacia un modelo más sostenible:
1. Innovar con un enfoque circular desde el diseño de los productos
El diseño de productos es el primer paso hacia la minimización de residuos y la optimización de costos a largo plazo. Crear bajo principios de durabilidad y modularidad permite la reutilización y reparación de componentes, disminuyendo la necesidad de producir materiales nuevos. Como ejemplo, los productos diseñados para un fácil desmontaje, con etiquetas claras para distinguir materiales y sin recubrimientos innecesarios, mejoran significativamente los procesos de reciclaje. Esto no sólo reduce el impacto ambiental, sino que también abre puertas a opciones más asequibles y personalizables para los consumidores.
A su vez, el diseño modular de los equipos permite actualizaciones sin necesidad de reemplazos completos, disminuyendo así los residuos electrónicos. Y por supuesto, el reciclaje adecuado de componentes tecnológicos sigue siendo una práctica clave para maximizar la recuperación de recursos valiosos.
Adicionalmente, muchas tecnologías dependen de recursos finitos como el litio y el cobalto, cuya extracción tiene un impacto ambiental elevado. Integrar materiales reciclados o renovables en dispositivos y empaques no solo ayuda al medio ambiente, sino que también responde a un consumidor más consciente y exigente. Por ejemplo, tecnologías que incorporan aluminio de baja emisión o bioplásticos están liderando un cambio hacia soluciones más ecológicas. Adaptar la cadena de suministro para operar como un modelo de bucle cerrado es la meta final, manteniendo en circulación materiales y productos el mayor tiempo posible.
Diseñar bajo un enfoque de economía circular impulsa cadenas de suministro más resilientes y sostenibles, al mantener los recursos en circulación y minimizar la generación de desechos.
2. Aprovechar la IA para la sostenibilidad
La inteligencia artificial (IA), cuando se utiliza estratégicamente, puede ser una herramienta poderosa para resolver problemas medioambientales complejos. Desde optimizar cadenas de suministro y consumo energético, hasta predecir eficiencias en la producción y el reciclaje, la IA mejora la toma de decisiones en tiempo récord. Sin embargo, la implementación sostenible de la propia IA requiere adoptar procesadores de bajo consumo energético, tecnologías de centros de datos eficientes y un enfoque modular en su infraestructura para reducir e-waste. En última instancia, integrar estrategias responsables de mantenimiento y reciclaje es imprescindible para minimizar el impacto ambiental.
3. Integrando la sostenibilidad en todos los niveles
La sostenibilidad, hoy en día, es un imperativo empresarial y debe estar integrada en todas las operaciones. Las prácticas sostenibles deben involucrar a proveedores, socios y clientes, asegurando una alineación interna y externa que impulse la innovación en materiales sostenibles, nuevas soluciones energéticas y el cumplimiento normativo.
La revolución digital nos brinda enormes posibilidades; sin embargo, no debemos ignorar su impacto ambiental. Es momento de avanzar sin dejar huella, priorizando estrategias que combinen innovación y sostenibilidad. Al aprovechar la circularidad y adoptar una mentalidad de largo plazo, las empresas pueden construir un futuro que equilibre el progreso tecnológico con el cuidado de nuestro planeta.
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Nota del editor: Juan Francisco Aguilar es Director General de Dell Technologies México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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