Net Zero en un contexto global cambiante
En los últimos años, el impulso hacia la descarbonización ha tomado fuerza con iniciativas como el Acuerdo de París y políticas nacionales enfocadas en reducir emisiones. Estados Unidos, bajo la administración Biden, implementó incentivos históricos como la Inflation Reduction Act (IRA), destinando 369,000 millones de dólares a energías renovables y electromovilidad.
México, en contraste, ha priorizado la soberanía energética basada en hidrocarburos, lo que ha limitado la inversión en renovables. Sin embargo, con la implementación del Plan México y la Meta 10, el país podría aprovechar las ventajas que actualmente ofrece el nearshoring para convertirse en un hub de manufactura sostenible.
México y Estados Unidos, una oportunidad binacional
A pesar de los desafíos, las oportunidades para las empresas en México y Estados Unidos pueden ser amplias si se sabe aprovechar las ventajas competitivas y se apuesta por la sostenibilidad y la innovación:
- Nearshoring verde: México tiene la posibilidad de posicionarse como un hub de manufactura sostenible, aprovechando la relocalización de cadenas de suministro y la demanda creciente de productos de bajo impacto ambiental, sobre todo a partir de la implementación del Plan México y la Meta 10, a través de la cual la administración de Claudia Sheinbaum busca impulsar inversiones que garanticen un equilibrio entre la sustentabilidad y la competitividad.
- Innovación en energías renovables. Las empresas pueden capitalizar la demanda por energía solar, eólica e hidrógeno verde, sectores en los que México tiene un enorme potencial de crecimiento si se impulsan las inversiones adecuadas y ahora alineadas al Plan México y su estrategia en materia de sostenibilidad.
- Electromovilidad: La transición global hacia la electromovilidad está en marcha. La producción de baterías, semiconductores, vehículos eléctricos, estaciones de carga y soluciones de almacenamiento energético abre oportunidades para que México desarrolle capacidades de proveeduría en este sector.
Frente a estas oportunidades, no podemos dejar de preguntarnos: ¿cómo pueden las empresas adaptarse a este panorama y liderar la transición sin comprometer su rentabilidad? Aquí algunas reflexiones:
Estrategias clave para avanzar hacia Net Zero
Para liderar esta transformación sin comprometer la rentabilidad, las empresas deben considerar:
1. Alianzas público-privadas para infraestructura. Fomentar la inversión en infraestructura energética con incentivos que garanticen rentabilidad.
2. Regulación estable y clara. Un marco regulatorio favorable puede impulsar la inversión en energías limpias y acelerar la transición. En el caso de México, este marco normativo podría verse favorecido por el Plan México y su planteamiento a favor de la sostenibilidad. El gran reto sería avanzar hacia el establecimiento de políticas públicas claras que favorezcan e incentiven la transición hacia las energías limpias. En el caso de Estados Unidos, el desafío resulta aun mayor, pues la administración Trump 2.0 resulta poco favorable para las energías limpias.
3. Empresas comprometidas con Net Zero. Implementar estrategias de eficiencia energética, economía circular y reducción de emisiones en la cadena de valor. Las empresas no pueden esperar a que las regulaciones lleguen. Deben asumir un rol proactivo en la reducción de su huella de carbono, implementando estrategias de eficiencia energética, economía circular y reducción de emisiones en su cadena de valor, cumpliendo así con los estándares internacionales de responsabilidad social corporativa.
3. Innovación y Tecnología para la Transición Energética. La adopción de inteligencia artificial y digitalización permitirá optimizar el uso de energías renovables, reducir costos operativos y mejorar la eficiencia energética en sectores clave como manufactura, transporte, construcción, entre otros.