En un entorno empresarial cada vez más complejo y volátil, las empresas enfrentan el reto de mantener su competitividad mientras cumplen con exigencias crecientes en sostenibilidad y eficiencia. En este contexto, dos tendencias emergen con fuerza y se complementan estratégicamente: la Inteligencia Artificial (IA) y la economía circular.
Impulsar los negocios con IA y economía circular por un futuro más verde

Por sí sola, la IA ya está transformando la manera en que operan los negocios: automatiza procesos, optimiza recursos y permite decisiones más informadas a partir del análisis de datos. Pero cuando se integra con modelos circulares de producción y consumo, su impacto se multiplica: permite reducir residuos, extender el ciclo de vida de productos, y hacer más eficientes los procesos de reutilización y reciclaje. Esta combinación representa una oportunidad clave para redefinir el valor económico desde la sostenibilidad.
México se encuentra en un punto de inflexión. Según el Inegi, el índice de circularidad en México es de apenas 15.14%. Esto indica que, si bien existe una base, hay un amplio margen para avanzar en la incorporación de estrategias circulares en las cadenas de valor. Y es aquí donde la IA puede actuar como acelerador.
Hoy, tecnologías como el aprendizaje automático y la analítica predictiva están siendo aplicadas, por ejemplo, en dispositivos que detectan fallas antes de que se manifiesten, evitando reemplazos innecesarios. Esto no solo reduce los costos de mantenimiento, sino que disminuye significativamente los residuos electrónicos.
Un dato global interesante es que las empresas que implementan IA en la gestión de recursos han logrado reducir entre un 10-20% el uso de materiales vírgenes .
El potencial de América Latina, y en particular de México, es considerable. La región cuenta con una base industrial diversificada, abundancia de recursos naturales y una digitalización acelerada. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la integración de estos factores con tecnologías como la IA puede catalizar un cambio sistémico hacia modelos más sostenibles. Incluso se han comenzado a aplicar metodologías específicas para identificar oportunidades de circularidad en sectores clave, como el automotriz.
No se trata solo de escenarios hipotéticos. Iniciativas reales, como la plataforma piloto de economía circular para la construcción impulsada por la Semarnat en México, ya están utilizando tecnología para conectar empresas generadoras de residuos con otras que los reutilizan, promoviendo eficiencia y reducción de desperdicios.
Adicionalmente, la IA tiene el potencial de aliviar fricciones que tradicionalmente han frenado la adopción de modelos circulares. Puede facilitar el cumplimiento normativo a través de sistemas de monitoreo inteligente, optimizar la logística inversa para el reacondicionamiento de productos y hacer más accesibles modelos de negocio antes considerados inviables.
Estamos en el momento adecuado para que los líderes empresariales adopten, los que todavía no lo hacen, a la economía circular como un pilar esencial en sus estrategias. Las organizaciones que integren este enfoque, impulsado por la innovación y apalancado en la IA, no solo responderán a las demandas de sostenibilidad, sino que también crearán un camino hacia un liderazgo sólido en un mercado donde la sostenibilidad ya no es un lujo, sino una ventaja competitiva estratégica.
Apostar por este modelo es una decisión responsable y un motor para generar un impacto positivo para las generaciones futuras.
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Nota del editor: Juan Francisco Aguilar es Director General de Dell Technologies México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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