Las organizaciones operan en un entorno cada vez más exigente, donde los riesgos climáticos, las nuevas regulaciones y los cambios en las expectativas de clientes e inversionistas obligan a tomar decisiones con mayor rigor.
Utilizar la sostenibilidad corporativa como un lente para decidir mejor
En este contexto, contar con herramientas que permitan analizar decisiones antes de ejecutarlas se vuelve indispensable para sostener la competitividad y fortalecer la estrategia.
En los últimos años, muchas empresas han entendido la sostenibilidad corporativa principalmente como un conjunto de acciones orientadas a reducir impactos o atender obligaciones externas. Este enfoque ha permitido avanzar, aunque suele dejar en segundo plano una dimensión de alto valor estratégico.
La sostenibilidad también puede usarse como un lente para revisar el fundamento de cada decisión y para asegurar que esté alineada con la creación de valor a largo plazo.
Visto de esta manera, la sostenibilidad aporta una estructura que ayuda a ordenar ideas, aclarar prioridades y mejorar la calidad del proceso de decisión. Esto es especialmente relevante en un entorno donde las presiones externas son crecientes y donde la anticipación se vuelve una ventaja.
Un entorno que demanda decisiones más claras
El aumento en la frecuencia de fenómenos climáticos, la complejidad de las cadenas de suministro y el crecimiento de los requisitos de divulgación crean condiciones que exigen decisiones más sólidas y bien justificadas.
En este entorno, analizar una decisión desde distintas perspectivas permite identificar riesgos, oportunidades y efectos secundarios que influyen directamente en la operación y en la reputación de una organización.
Utilizar la sostenibilidad como un lente facilita este análisis, ya que introduce preguntas que permiten revisar la coherencia interna de cada decisión y su capacidad para mantenerse en el tiempo.
Integrar criterios de sostenibilidad en el proceso de decisión ayuda a evaluar propósito, impactos, estructuras de soporte y proyección futura. Para hacerlo de forma ordenada puede resultar útil un marco basado en cinco dimensiones que actúan como un filtro estratégico.
Este enfoque permite revisar decisiones de manera más completa y conectar cada acción con su contexto operativo y su horizonte temporal.
El filtro de las 5D para decisiones más coherentes
Cada una de las cinco dimensiones aporta una perspectiva que facilita un análisis más integral.
Dirección
Esta dimensión se centra en la necesidad que se busca atender y en el cambio que se pretende lograr. Una definición clara de la dirección ayuda a evitar decisiones reactivas y a establecer un punto de partida alineado con los objetivos estratégicos.
Definición
Aquí se revisa qué entendemos por éxito en la decisión. La forma en que una organización define el éxito influye directamente en sus acciones. Aclarar este criterio permite orientar mejor los recursos y evaluar si la decisión respalda la visión de valor que la empresa desea impulsar.
Diseño
Toda decisión requiere estructuras que permitan sostenerla. Esta dimensión evalúa si los incentivos, procesos y mecanismos de seguimiento están alineados con la intención declarada. Identificar posibles desajustes evita esfuerzos aislados que pierdan fuerza con el tiempo.
Distribución
Este elemento analiza cómo se reparten beneficios e impactos. Revisar la distribución ayuda a identificar efectos para trabajadores, proveedores, comunidades y ecosistemas, lo que permite anticipar riesgos y fortalecer la relación con grupos clave.
Duración
La última dimensión revisa la permanencia de la decisión en distintos escenarios futuros. Esta perspectiva facilita evaluar si la acción podrá mantener su relevancia conforme cambien las condiciones ambientales, regulatorias o económicas.
El uso del filtro de las 5D permite mejorar la calidad del análisis en las organizaciones y facilita decisiones más consistentes con el contexto y con los objetivos estratégicos. Este enfoque ayuda a integrar criterios sociales y ambientales de manera ordenada y comprensible, lo que contribuye a fortalecer la gobernanza y la capacidad de adaptación de una empresa.
En un entorno donde la complejidad aumenta y donde cada decisión tiene implicaciones amplias, contar con un método claro y accesible para evaluarlas se convierte en una ventaja competitiva.
La sostenibilidad, utilizada como un lente de análisis, ofrece esa capacidad y contribuye a construir decisiones más claras, fundamentadas y alineadas con los desafíos empresariales de la próxima década.
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Nota del editor: Antonio Vizcaya Abdo es consultor en distintas organizaciones y profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México enfocado en Sostenibilidad Corporativa. Reconocido por LinkedIn como Top Voice en Sostenibilidad. Síguelo en LinkedIn Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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