"Tenemos que entender que las empresas no somos entes ajenos a las problemáticas sociales. Reconocer la interseccionalidad y reconocer a la diversidad implica conocer mejor tu mercado donde se opera. Si se continúa con la desigualdad y la discriminación se tiene que saber que también tiene un impacto económico. Se tiene que continuar con los esfuerzos de DEI y posicionarlo como lo que realmente es. Una realidad estratégica", menciona Mauricio Ariza, gerente de Diversidad e Inclusión para América Latina región norte de EY.
La influencia interna
Actualmente, las empresas reconocen que una fuerza laboral diversa puede aportar una gama más amplia de perspectivas, ideas y habilidades, lo que conduce a una mayor innovación y éxito, según un informe de Deloitte. Por otro lado, la ausencia de estas, puede inducir a los trabajadores a sentirse desmotivados, desinteresados y crear un ambiente laboral más conflictivo.
"Las empresas ahora tienen comités de diversidad y tenemos grupos de afinidad. Creo que ahora más que nunca tenemos que hacer comunidad porque estamos en un momento volátil y de incertidumbre. Lo que recomiendo es fortalecer estos comités de diversidad con capacitaciones para que sean los principales líderes morales y puedan transmitirla a toda la empresa", indica Gabriela Torres, asesora especialista DEI.
La situación en México
Francisco Robledo, socio fundador de ADIL Diversidad e Inclusión Laboral, comenta que hasta ahora, hay muy pocas empresas mexicanas que han decidido frenar también toda su inversión en estrategias DEI. Añade que si existe el caso, se entendería si fueran proveedoras del gobierno federal de EU, al igual que si recibieran fondos o préstamos federales de ese país, pero afirma que no han podido justificar alguna exigencia comercial o de negocios.
"Las leyes federales prohíben la discriminación y promueven la inclusión, lo que obliga a las empresas a tener programas para su observación y por ende se espera que mantengan sus iniciativas y programas en nuestro país", añade.