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Gestionar una ONG con la eficiencia de una empresa

Edurne Balmori ha llevado la eficiencia y estructura del mundo corporativo a The Trevor Project en México, la ONG que se enfoca en la prevención del suicidio en juventudes LGBTQ+.
mar 25 febrero 2025 05:00 AM
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Antes de ser parte de The Trevor Project, Edurne Balmori fue directora general de Metco, la firma que produce Svetia

Hay dos palabras que se ligan bien a la trayectoria de Edurne Balmori: impacto e innovación. Fueron parte de la huella que dejó en los 15 años que trabajó en Metco, la empresa mexicana de endulzantes de la que fue directora general durante más de cuatro años y medio. Antes, esta directiva con licenciatura en Tecnología de Alimentos coordinó el equipo de investigación y desarrollo que creó la fórmula de Svetia, el principal producto de la compañía.

Balmori siempre ha entendido que la innovación va de la mano de la diversidad. De ahí que, tras abrir su horizonte profesional más allá del mundo corporativo, su llegada como directora ejecutiva de la organización no gubernamental The Trevor Project no sorprenda. En el puesto que ocupa desde junio de 2022, ha sido la responsable de desarrollar esta organización estadounidense en México. “Yo no había escuchado de ella antes, hasta que una amiga me comentó que venía a México, buscaban equipo y que pensaba que mi perfil les podría gustar. Busqué a qué se dedicaban y enseguida hice clic”, explica.

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The Trevor Project está enfocada en prevenir el suicidio en las juventudes LGBTQ+, una comunidad a la que Balmori pertenece. De acuerdo con una encuesta realizada en 2024 por la organización, más de la mitad de los jóvenes LGBTQ+ en México consideró el suicidio el año pasado. Y esta es la tercera causa de muerte entre jóvenes del país. Para afrontar este problema, cuenta con un servicio de atención a crisis a través de un call center que funciona 24 horas, siete días a la semana, de forma gratuita y confidencial.

Balmori comprendió que podría aportar mucho a un grupo que busca un mundo más diverso y que podría hacerlo a través de su experiencia corporativa, pues ha llevado a que la organización sin fines de lucro funcione como una start-up, eso sí, con un fin social.

Empezar de cero una organización la llevó no solo a comprender cómo funcionaba en Estados Unidos, sino cómo sus políticas se adaptaban a las de México, incluido el hecho de que en el país vecino hay mayor apertura para hablar del suicidio, mientras que en Latinoamérica sigue habiendo un cierto tabú alrededor. A la vez, buscó la forma de combinar lo mejor de la gestión de una empresa con la de una organización, desde procesos ágiles hasta el establecimiento de indicadores de desempeño y tratar de desarrollar planes de carrera.

Y también ha tenido aprendizajes, sobre todo, adaptarse y reajustar la estrategia, ya que, al depender de donaciones, es complicado establecer planes a mediano y largo plazo. “Creo que es la etapa en la que me he vuelto más eficiente. Tener que ver cómo ajustamos todo para que podamos seguir siendo efectivos y lograr resultados con recursos limitados”, explica. “Te tienes que adaptar muchísimo a ser paciente, porque en la organización no puedes establecer un tema de crecimiento seguro, no sabes qué va a pasar mañana, porque depende siempre de una donación. La planeación la puedes hacer, pero es cambiante”.

The Trevor Project, que tiene un programa de alianzas que permite a sus donantes acceder a capacitaciones, también ha llamado la atención de empresas y público en general por su programa de voluntariado, que forma a sus participantes para que integren el equipo de crisis. “En estos dos años hemos logrado que más de 100 personas se unan al programa y, desde que lo lanzamos el 11 de octubre de 2022, llevamos más de 95,000 servicios”, explica Balmori.

Pero no solo ha llevado experiencia a The Trevor Project. La directiva explica que también ha trabajado mucho su capacidad de innovación. “Algo que podría aportar ahora es una mayor creatividad, mucha flexibilidad. Mi trayectoria en el mundo corporativo fue hacia procesos, llevaba mucho este sistema de calidad y de que todo tenía que tener un proceso muy bien marcado. Trevor me ha ayudado a entender que las cosas no tienen que cumplir a fuerza con un 1, 2, 3. Antes, yo era muy cuadrada. La adaptabilidad al cambio va mucho más ligado a la innovación de lo que pensaba”, explica la directiva, quien considera que en el futuro podrá volver a una empresa con todo este bagaje.

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Pero antes, aún tiene algo por hacer. Balmori cree fervientemente que el trabajo tiene que ir ligado a alguna pasión, a los propios valores y dejar impacto en la sociedad, pero que también debe permitir crecer en lo profesional y en lo personal. De ahí que sienta necesario romper con la creencia de que en una organización sin fines de lucro o en un trabajo vinculado a temas sociales no hay buenos salarios.

“Evidentemente, eso es una realidad, pero es algo a lo que también quiero aportar a cambiar, que las personas de las organizaciones puedan tener las mismas carreras que en el mundo corporativo, ¿por qué no?”, dice Balmori.

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