The Trevor Project está enfocada en prevenir el suicidio en las juventudes LGBTQ+, una comunidad a la que Balmori pertenece. De acuerdo con una encuesta realizada en 2024 por la organización, más de la mitad de los jóvenes LGBTQ+ en México consideró el suicidio el año pasado. Y esta es la tercera causa de muerte entre jóvenes del país. Para afrontar este problema, cuenta con un servicio de atención a crisis a través de un call center que funciona 24 horas, siete días a la semana, de forma gratuita y confidencial.
Balmori comprendió que podría aportar mucho a un grupo que busca un mundo más diverso y que podría hacerlo a través de su experiencia corporativa, pues ha llevado a que la organización sin fines de lucro funcione como una start-up, eso sí, con un fin social.
Empezar de cero una organización la llevó no solo a comprender cómo funcionaba en Estados Unidos, sino cómo sus políticas se adaptaban a las de México, incluido el hecho de que en el país vecino hay mayor apertura para hablar del suicidio, mientras que en Latinoamérica sigue habiendo un cierto tabú alrededor. A la vez, buscó la forma de combinar lo mejor de la gestión de una empresa con la de una organización, desde procesos ágiles hasta el establecimiento de indicadores de desempeño y tratar de desarrollar planes de carrera.
Y también ha tenido aprendizajes, sobre todo, adaptarse y reajustar la estrategia, ya que, al depender de donaciones, es complicado establecer planes a mediano y largo plazo. “Creo que es la etapa en la que me he vuelto más eficiente. Tener que ver cómo ajustamos todo para que podamos seguir siendo efectivos y lograr resultados con recursos limitados”, explica. “Te tienes que adaptar muchísimo a ser paciente, porque en la organización no puedes establecer un tema de crecimiento seguro, no sabes qué va a pasar mañana, porque depende siempre de una donación. La planeación la puedes hacer, pero es cambiante”.
The Trevor Project, que tiene un programa de alianzas que permite a sus donantes acceder a capacitaciones, también ha llamado la atención de empresas y público en general por su programa de voluntariado, que forma a sus participantes para que integren el equipo de crisis. “En estos dos años hemos logrado que más de 100 personas se unan al programa y, desde que lo lanzamos el 11 de octubre de 2022, llevamos más de 95,000 servicios”, explica Balmori.
Pero no solo ha llevado experiencia a The Trevor Project. La directiva explica que también ha trabajado mucho su capacidad de innovación. “Algo que podría aportar ahora es una mayor creatividad, mucha flexibilidad. Mi trayectoria en el mundo corporativo fue hacia procesos, llevaba mucho este sistema de calidad y de que todo tenía que tener un proceso muy bien marcado. Trevor me ha ayudado a entender que las cosas no tienen que cumplir a fuerza con un 1, 2, 3. Antes, yo era muy cuadrada. La adaptabilidad al cambio va mucho más ligado a la innovación de lo que pensaba”, explica la directiva, quien considera que en el futuro podrá volver a una empresa con todo este bagaje.