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Earth-IoT ofrece tecnología a productores agrícolas para optimizar su producción

La empresa fundada por Ángeles Marcial y Eduardo García ofrece soluciones basadas en el internet de las cosas (IoT) para mejorar la rentabilidad de la tierra a agricultores.
mié 30 abril 2025 05:55 AM
Game Changers
Ángeles Marcial de Earth-IoT dicen que buscan tener un impacto social, por lo que ha desarrollado una estrategia de colaboración con asesores agrícolas y empresas agroindustriales para integrar a los productores en las cadenas de valor.

En un país como México, donde el mercado de alimentos se concentra en grandes comercializadores y excluye a pequeños productores, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el acceso a la tecnología es clave para aumentar la competitividad de un grupo que constituye la columna del suministro alimentario.

Ante esta situación, Ángeles Marcial y Eduardo García, con estudios en Innovación Emprendedora e Ingeniería Mecatrónica, respectivamente, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, crearon Earth-IoT, una empresa que combina tecnología con un enfoque inclusivo para transformar la agricultura mexicana.

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“Yo crecí en la Mixteca poblana y Eduardo es de Martínez de la Torre, Veracruz. Ambos vimos desde niños las problemáticas que enfrentan las comunidades rurales”, explica Marcial, cofundadora y directora de Operaciones de la empresa.

La experiencia compartida con García, el CEO, los llevó a buscar soluciones que optimicen recursos y dignifiquen el trabajo de los productores.

La iniciativa se centra en ubicar estaciones IoT (internet de las cosas) en los cultivos, que recopilan datos del suelo, el agua y el clima en tiempo real para que los agricultores tomen mejores decisiones y aumenten su rentabilidad, pero con costos más asequibles.

García explica que esta tecnología se personaliza según las necesidades de cada productor o cultivo, por lo que tienen planes de renta desde 1,200 pesos mensuales con equipo incluido y datos.

Pero también se puede comprar dependiendo de los equipos y del número de sensores que se integren, y el precio va desde 17,000 hasta 32,000 pesos, un costo más económico que otros en el mercado, que van de 140,000 a 300,000 pesos aproximadamente. Y uno de los diferenciales que tienen con otros competidores es que, en el caso de comunidades rurales, crean planes comunitarios para compartir estaciones de monitoreo.

“Es ideal para los pequeños productores que no tienen las hectáreas suficientes para adquirir la tecnología; en este caso, el productor accede a la información con una suscripción que va desde 150 pesos mensuales. Somos la única empresa en México que ofrece este tipo de planes comunitarios”, comenta el CEO.

La data optimiza procesos, lo que es importante si se considera que cerca del 70% del agua a nivel nacional se usa para el riego, según la Conagua; mientras que los fertilizantes, otro insumo esencial, el 65% se importa a precios que han alcanzado máximos históricos, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, lo que dificulta aún más la situación para los agricultores.

Pero García resalta que, con las estaciones IoT, se puede ahorrar hasta un 60% en agua y 40% en fertilizantes, dependiendo del cultivo, lo que hace más rentable la actividad y disminuye su impacto ambiental. Y, al combinar esta tecnología con técnicas de agricultura regenerativa, también se evitan hasta tres toneladas de CO2 equivalente por hectárea.

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Earth-IoT también busca tener un impacto social, por lo que ha desarrollado una estrategia de colaboración con asesores agrícolas y empresas agroindustriales para integrar a los productores en las cadenas de valor; por ejemplo, si se detecta que el cultivo tiene alguna necesidad, puede conectarlos con proveedores de insumos, como pesticidas y biopesticidas, azufre, cal o sulfatos, entre otros.

García sostiene que los datos también estiman la producción a futuro, por lo que saben cuáles son los insumos que requieren y pueden compartir esa información con financieras que den un mejor precio. “También se pueden integrar a las asociaciones para hacer una mejor planeación de cómo van a estar los precios de venta a partir de los rendimientos que se van a obtener. Y, en caso de que haya un desastre o un cambio en el uso de suelo, poder dar alternativas a los productores”, asegura.

Arando el camino

La implementación no está exenta de retos, como la resistencia al cambio. “Los pequeños productores trabajan con métodos tradicionales, y convencerlos de adoptar nuevas tecnologías requiere tiempo y educación”, admite Marcial.

Por ello, capacitan a los productores y demuestran cómo la tecnología puede impactar positivamente. Y otro de los desafíos es que las bases de datos no estén aisladas.

“Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) o el gobierno todavía no están integrados, no existe un registro nacional de tierras digitales, como en otros países”, lamenta García.

Por ahora, Earth-IoT opera en Puebla, Veracruz, Tabasco, Guanajuato y Michoacán, con poco más de 1,300 productores. Y, aunque cada región tiene desafíos específicos, el proyecto avanza y este año espera expandirse a otros siete estados en colaboración con FIRA y triplicar el número de productores. Esta alianza permitirá implementar la tecnología en los Centros de Desarrollo Tecnológico de FIRA, llevando los beneficios de la digitalización a una mayor cantidad de productores.

Además, en diciembre de 2024 iniciaron un piloto con Nestlé para mejorar los cultivos de café en Chiapas, y también establecieron una alianza con AT&T para implementar una red de monitoreo agroindustrial basada en tecnología 5G. Aunado a ello, están avanzando en la colaboración con universidades como Chapingo y la Autónoma de Puebla para capacitar a una nueva generación de especialistas en digitalización agrícola.

Al integrar a pequeños productores en un ecosistema más amplio, Earth-IoT busca abonar a un modelo de agricultura sustentable. “Con la tecnología de Earth-IoT, los productores ya no van a luchar solos. Tanto los productores, los asesores agrícolas y las empresas agroindustriales van a formar parte de un ecosistema que promueva la colaboración y el bienestar social”, augura Marcial.

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