Earth-IoT también busca tener un impacto social, por lo que ha desarrollado una estrategia de colaboración con asesores agrícolas y empresas agroindustriales para integrar a los productores en las cadenas de valor; por ejemplo, si se detecta que el cultivo tiene alguna necesidad, puede conectarlos con proveedores de insumos, como pesticidas y biopesticidas, azufre, cal o sulfatos, entre otros.
García sostiene que los datos también estiman la producción a futuro, por lo que saben cuáles son los insumos que requieren y pueden compartir esa información con financieras que den un mejor precio. “También se pueden integrar a las asociaciones para hacer una mejor planeación de cómo van a estar los precios de venta a partir de los rendimientos que se van a obtener. Y, en caso de que haya un desastre o un cambio en el uso de suelo, poder dar alternativas a los productores”, asegura.
Arando el camino
La implementación no está exenta de retos, como la resistencia al cambio. “Los pequeños productores trabajan con métodos tradicionales, y convencerlos de adoptar nuevas tecnologías requiere tiempo y educación”, admite Marcial.
Por ello, capacitan a los productores y demuestran cómo la tecnología puede impactar positivamente. Y otro de los desafíos es que las bases de datos no estén aisladas.
“Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) o el gobierno todavía no están integrados, no existe un registro nacional de tierras digitales, como en otros países”, lamenta García.
Por ahora, Earth-IoT opera en Puebla, Veracruz, Tabasco, Guanajuato y Michoacán, con poco más de 1,300 productores. Y, aunque cada región tiene desafíos específicos, el proyecto avanza y este año espera expandirse a otros siete estados en colaboración con FIRA y triplicar el número de productores. Esta alianza permitirá implementar la tecnología en los Centros de Desarrollo Tecnológico de FIRA, llevando los beneficios de la digitalización a una mayor cantidad de productores.
Además, en diciembre de 2024 iniciaron un piloto con Nestlé para mejorar los cultivos de café en Chiapas, y también establecieron una alianza con AT&T para implementar una red de monitoreo agroindustrial basada en tecnología 5G. Aunado a ello, están avanzando en la colaboración con universidades como Chapingo y la Autónoma de Puebla para capacitar a una nueva generación de especialistas en digitalización agrícola.
Al integrar a pequeños productores en un ecosistema más amplio, Earth-IoT busca abonar a un modelo de agricultura sustentable. “Con la tecnología de Earth-IoT, los productores ya no van a luchar solos. Tanto los productores, los asesores agrícolas y las empresas agroindustriales van a formar parte de un ecosistema que promueva la colaboración y el bienestar social”, augura Marcial.