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ANA Care, el emprendimiento que profesionaliza el cuidado de los adultos mayores

ANA Care, creada por Manuel Rosemberg, ofrece capacitaciones a través de soluciones tecnológicas a quienes cuidan a las personas de la tercera edad.
jue 30 enero 2025 05:00 AM
cuidadores y adultos mayores
Manuel Rosemberg fue reconocido como Innovador Social del Año de la Fundación Schwab en el Foro Económico Mundial de Davos.

El envejecimiento de las personas es un tema de interés global. La población adulta mayor representa un reto para el ámbito económico y de salud, pues se requiere de un modelo de atención específico para enfrentar adecuadamente las necesidades de cada paciente, según el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam). Por ello, la urgencia de que exista cada vez más personas capacitadas para atender las urgencias médicas, físicas y psicológicas de este sector de la población.

En México, los adultos mayores representan el 13.2% de la población total (17 millones personas) y se espera que para 2050 represente el 28%, por lo que se requerirá de servicios, tecnología, infraestructura y personal para atender a ese segmento demográfico, según la Consejo Nacional de Población (Conapo). Ahí se centra la labor de ANA Care, una plataforma que ayuda a las personas cuidadoras a dar una atención y un trato digno a sus pacientes.

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Manuel Rosemberg, su fundador, cuenta que el proyecto nació por los retos a los que se enfrentó su familia con el cuidado de su abuela que sufre de Alzheimer, además de lo complicado que fue encontrar los cuidados adecuados para su papá y suegra que tuvieron cáncer de pulmón y leucemia, respectivamente.

Rosemberg decidió enfocar su formación académica en matemáticas aplicadas de la Universidad de Columbia y una especialización en inteligencia artificial aplicada a la salud, no solo por su experiencia personal, sino también por la evidencia de un déficit mundial de 10 millones de trabajadores especializados en cuidados, lo que amenaza la calidad de la asistencia.

El primer paso fue fundar, en 2015, Paz Mental, una empresa que ofrece cuidado, rehabilitación y estimulación del adulto mayor en México, pero su ambición fue más allá. En 2022, junto a Ariel Zylbersztejn, inscribió su proyecto de ANA Care para la convocatoria del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que buscaba tecnologías en la región que ayudaran a resolver el reto de cuidado de personas mayores. Presentaron su herramienta y fueron los ganadores del reto de BitLab, gracias a ello, consiguieron el financiamiento necesario para transformar la plataforma en algo que pudieran utilizar todas las organizaciones de salud preocupadas con mejorar y formalizar la industria de cuidado.

ANA Care es una plataforma tecnológica que conecta a través de la aplicación móvil y un cerebro de inteligencia artificial a los cuidadores, familias y a los proveedores del servicio, para asignar, monitorear, reportar y dar soporte vía remota a todos los involucrados. La compañía actualmente tiene 15,000 cuidadores y cuidadoras que han utilizado la plataforma y su ambición es aumentarla a 150,000 usuarios en los siguientes tres años. “Para el tamaño del mercado, la cantidad de cuidadores que hay en América Latina sigue siendo una facción muy, muy pequeña, pero para nosotros sería un salto importante”, dice Rosemberg.

El emprendedor destaca que la integración de la inteligencia artificial (IA) permite capacitar a los cuidadores de acuerdo al perfil específico de la persona a la que cuidan. Para ello, la tecnología genera métricas para medir los síntomas, las rutinas y las dietas, ya que de acuerdo a esta información, se construye un reporte sobre contenidos que pueden mejorar la calidad del cuidado o si realmente hay que notificar a un médico. “Con todas estas automatizaciones y algoritmos que utiliza la IA, el cuidador puede asegurar que se están descartando riesgos importantes”, resalta.

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Además del BID, el emprendimiento social cuenta actualmente con el apoyo de la Fundación Norrsken e influyentes inversores ángeles. En enero de 2025, Manuel Rosemberg fue reconocido como Innovador Social del Año de la Fundación Schwab en el Foro Económico Mundial de Davos por su trayectoria de más de dos décadas liderando iniciativas innovadoras en sectores clave como la salud, la educación y la sostenibilidad como es el proyecto de ANA Care.

El acceso profesional en ANA Care tiene un costo de 299 pesos mexicanos al mes con acceso a más de 320 cursos y certificaciones. Por otro lado, la membresía de 99 pesos al mes ofrece acceso a más de 250 videos cortos (5-15 minutos).

IMPACTO INTEGRAL

El fundador de ANA Care menciona que la plataforma tiene un impacto social integral, pues además de mejorar la calidad de la atención que se le dan a los adultos mayores, también mejora la calidad de vida de los cuidadores. Para Rosenberg, el cuidador que tiene habilidades más sofisticadas, como poder abordar a un paciente con demencia, poder hacer estimulación física, poner una inyección, movilizar correctamente a un paciente, es más valorado en el mercado y recibe un pago mejor por su trabajo.

En 2024, una encuesta que realizó la empresa a sus cuidadores evidenció que el 95% de los cuidadores afirman sentirse más preparados tras la formación. Además, el 50% de los cuidadores que se inscribieron a las capacitaciones mencionaron que vieron aumentar su salario o mejoraron su empleo tras la certificación, mientras que el 86% de los cuidadores experimentaron una reducción del estrés.

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“Hace un mes estábamos platicando con un cuidador, todo el tiempo estábamos midiendo qué les gusta de la plataforma, qué podemos mejorar, y le decíamos, ¿qué impacto ha tenido la plataforma en tu vida? Y nos contó que ganaba 300 pesos al día, pues sus habilidades no pasaban mucho de estar de acompañamiento, calentar alimentos, cosas muy básicas. Pero al ver que su paciente ya estaba perdiendo movilidad y tenía muchos problemas de memoria y otras funciones cognitivas, tomó la decisión de tomar los cursos para abordar estos retos, le mostró a su la familia lo que había aprendido y las habilidades que sabía hacer, y de la noche a la mañana le duplicaron el salario, de 300 a 600 pesos diarios”, indica Rosemberg.

Uno de los grandes retos de los cuidadores ha sido la informalidad, pues según datos de la empresa, más del 90% de los cuidadores de América Latina carecen de formación, salarios justos y reconocimiento. Rosemberg menciona que esto se debe a que la gente le paga a los cuidadores poco y en efectivo, dice que los cuidadores a su vez responden no sintiéndose tan valorados como deberían, entonces la gente no quiere dar las prestaciones necesarias a los cuidadores. “Tienen un lugar realmente esencial, importantísimo, y creo que hay que valorarlos como tal”, destaca.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial se prevé que el número de personas mayores de 80 años se triplique para 2050 y la empresa trabaja para que la labor de cuidar no sea un trabajo invisible y agotador, sino una vía de crecimiento personal y de conexión humana.

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