“Las empresas se preocupan por cómo la falta de certificados afectará sus metas públicas de sostenibilidad. La escasez de oferta actual y las restricciones en políticas públicas para aumentar la capacidad instalada dificultan el cumplimiento de objetivos de muchas empresas del sector energético”, comentó Mario Ramos, senior carbon trader de StoneX.
Juan Manuel Ávila, cofundador y director de Operaciones de Next Carbon Trading comentó que además de los retos regulatorios es necesario atender el suministro y la coexistencia de estándares, factores que inyectan volatilidad y precios altos.
“La regulación mexicana favorece la generación en sitio, pero su adopción es lenta. La situación no será eterna y el mercado madurará”, agregó Ávila.
Los iRECs son un estándar global para certificar el origen de la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables, equivalente a un megawatt-hora (MWh) de electricidad verde inyectada a la red. Por otro lado, los CELs son títulos emitidos en México por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que acreditan la producción de energía eléctrica de fuentes no contaminantes, como la solar o la eólica.
Ambos instrumentos permiten a las empresas rastrear y reportar de manera confiable el consumo de energía renovable, facilitando el cumplimiento de las metas de sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono.