"Todos los temas más delicados están más allá del mandato de los negociadores técnicos" y, por lo tanto, "ni la cuestión del monto ni la de la base de los contribuyentes se han abordado realmente", declaró a la AFP Rebecca Thissen, experta de la Red de Acción Climática Internacional (CAN), quien asistió a las negociaciones.
Tras tres años de discusiones, los países desarrollados aún no han puesto una cifra sobre la mesa y "la manera en que han socavado estas negociaciones financieras es vergonzosa", lamentó Mariana Paoli, de la ONG Christian Aid, en un comunicado.
"Lo que los países desarrollados dicen, en el fondo, es que sus desacuerdos con las economías emergentes no occidentales son más importantes que sus obligaciones inmediatas hacia los países más pobres", afirmó Iskander Erzini Vernoit, director de la iniciativa IMAL para el clima y el desarrollo, con sede en Marruecos.
Las ONG observadoras también denuncian el rechazo de los países desarrollados a incluir objetivos de financiación para el nuevo fondo destinado a cubrir las pérdidas y daños de los países más vulnerables.
Su adopción a finales de 2023 fue celebrada como uno de los principales éxitos de la COP28 en Dubái.
"Ahora resulta que no hay voluntad de destinar cantidades sustanciales al fondo. Es decepcionante e irresponsable", declaró John Nordbo, asesor político de la organización CARE.
En Bakú, "los negociadores hablaron de transparencia, acceso a la financiación, de su calidad. Ha habido avances, pero todo eso puede desmoronarse en cualquier momento", cuando las discusiones pasen a manos de los ministros, añadió Rebecca Thissen.
Para acercar posiciones, la presidencia azerbaiyana de la COP29 intenta organizar una reunión entre ministros el 27 de septiembre en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU.