Con la cumbre a punto de concluir el viernes, aunque se espera que se prolongue más de lo previsto, el nuevo documento muestra que aún queda mucho por decidir sobre cuestiones clave, como qué se tiene en cuenta para la cifra anual, quién paga y cuánto.
Según expertos comisionados por la ONU, los países en desarrollo necesitan un billón de dólares anuiales de ayuda para enfrentar las consecuencias del cambio climático. Ese monto es diez veces superior a los 100,000 millones de dólares que los países ricos se habían comprometido a aportar para el periodo 2020-2025, en parte en forma de donaciones.
El borrador, muy criticado, presenta dos opciones: una prevé que el dinero provenga exclusivamente de las naciones desarrolladas, y la otra propone "aumentar" las finanzas mundiales contra el calentamiento global a partir de "todas las fuentes de financiación" procedentes de todos los países.
Ambas opciones evitaban indicar los fondos totales que los países se propondrían invertir cada año, dejando el espacio marcado con una "X".
La presidencia de la COP29 prometió que durante la noche se publicaría una versión más simplificada del texto que sustituiría la "X" por números, esbozando una posible zona de aterrizaje para un acuerdo.
Ochenta países del grupo AILAC (Asociación Independiente de América Latina y el Caribe), África y las islas reclamaron "como mínimo" 1.3 billones de dólares al año a los países ricos y elaborar una "hoja de ruta" de cara a la COP30, que organizará el año que viene la ciudad brasileña de Belém.
Los países en desarrollo exigieron "al menos" 500,000 millones de dólares anuales para 2030. "No debemos irnos de Bakú sin una cifra clara", declaró el ugandés Adonia Ayebare, representante del grupo de países del sur G77+China.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, regresó a Bakú tras una reunión del G20 en Brasil en la que pidió un mayor impulso para llegar a un acuerdo y advirtió de que "el fracaso no es una opción".