Los plásticos y las criptomonedas podrían ser fuentes de ingresos fiscales de manera similar a los vuelos y los combustibles fósiles para ayudar a los países en desarrollo a luchar contra el cambio climático, según un grupo de trabajo liderado por Francia, Kenia y Barbados en la COP29.
Los tres países creen que se podrían generar cientos de miles de millones de dólares mediante "Gravámenes de Solidaridad Global" en las industrias más contaminantes para apoyar a los países en desarrollo.