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Brasil impulsa los centros de datos verdes con beneficios fiscales

Brasil ofrece beneficios fiscales para las empresas que inviertan en data centers en el país, siempre y cuando cumplan con algunos requisitos ambientales, como que se use 100% de energía renovable.
mié 12 noviembre 2025 05:55 AM
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Brasil concentra 41% de la inversión en centros de datos en toda América Latina. (AlexLMX/Getty Images)

Con la celebración de la COP30, Brasil impulsa una estrategia ambiciosa para atraer inversión en infraestructuras digitales alimentadas con energías limpias y bajo condiciones de sostenibilidad, se trata del régimen fiscal especial ReData que emerge como la pieza central del plan para posicionar al gigante sudamericano como un hub regional de centros de datos verdes.

El mercado de centros de datos en Brasil presenta un momento de inflexión. Según datos de la Asociación Brasileña de Data Centers, el consumo energético del sector podría pasar de 11.3 teravatios-hora (TWh) en 2024 a 27.3 TWh en 2029, que equivale al consumo de alrededor de 14.2 millones de hogares en un año, lo que lo convertiría en uno de los más demandantes de electricidad en ese país.

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Con este plan, el país se propone captar inversiones por miles de millones de dólares en los próximos años para no solo impulsar el ecosistema digital, sino también la sostenibilidad y el uso de energía renovable.

ReData: incentivos y reglas

ReData fue lanzado en septiembre de 2025 y ofrece un régimen fiscal preferencial para empresas de centros de datos en Brasil. En concreto, el gobierno suspendió hasta 2026 los impuestos sobre equipos para centros de datos y liberó cerca de 5,200 millones de reales (aproximadamente 969 millones de dólares) en incentivos fiscales. Con ello, la tasa impositiva efectiva, que rondaba el 52%, se reduce a aproximadamente el 18% para estos servicios.

Pero esos incentivos no son gratis, para acceder a ellos las empresas beneficiadas deberán operar con energía 100% renovable y alcanzar un índice de eficiencia hídrica de 0.05 litros por kilovatio-hora (L/kWh), un consumo 97% menor al promedio del consumo de los centros de datos que asciende a 1.8 L/kWh, según un informe del Departamento de Energía de Estados Unidos.

Además, según un informe regulatorio, las exigencias incorporan que al menos el 10% de la capacidad se destine al mercado interno y que se reinvierta un 2% en Innovación y Desarrollo.

Estas reglas buscan asegurar que el crecimiento de la infraestructura digital no se traduzca en un mayor impacto climático, sino en una plataforma de centros de datos verdes.

Innovación vs infraestructura

El despliegue de nuevos centros de datos en Brasil va de la mano tanto de infraestructura como de innovación tecnológica. Según el informe "Panorama del mercado de centros de datos de América Latina 2025-2030", el país concentra 41% de las inversiones en centros de datos de América Latina.

Además, la agenda de innovación vinculada a la AI for Climate Innovation Factory 2025 y otras iniciativas lanzadas de la mano de la International Telecommunication Union (ITU) colocan a Brasil como escenario de experimentación de soluciones digitales para el clima.

Pero mientras la infraestructura crece también lo hace la preocupación por la huella ambiental del sector, por eso las autoridades brasileñas están reconstruyendo sus herramientas de política, como compras públicas, empresas públicas y plataformas digitales, para generar mercados verdes y sostenibles, indica el informe “Capacidad y competencias estatales para un mundo verde justo” del Instituto para la Innovación y el Propósito Público de la University College London.

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La paradoja de la IA climática

La triple relación entre centros de datos, inteligencia artificial (IA) y sostenibilidad plantea una paradoja: por un lado, los centros de datos alojan las cargas de IA, big data y nube que sustentan nuevas soluciones para el clima; por otro lado, su consumo energético y de recursos puede volverse un problema ambiental si no se gestiona con rigor.

Por ejemplo, la IA está siendo promovida como eje central en la agenda de la COP30 mediante plataformas como la AI for Climate Innovation Factory, que busca escalar proyectos “impulsados por IA para la acción climática”. Pero al mismo tiempo exige enormes infraestructuras de cómputo y refrigeración que incrementan la demanda eléctrica.

Brasil plantea que los centros de datos funcionen con energía 100% renovable bajo ReData y aunque solo 10% de la energía del sector eléctrico proviene de fuentes fósiles, la dependencia de este tipo de fuentes de su matriz primaria (que incluye transporte, calor, industria y electricidad) es de 51%, por lo que el país debe buscar también disminuir el consumo de este tipo de fuentes para que la huella neta disminuya realmente.

Además, la IA orientada a la sostenibilidad también necesita un marco de gobernanza adecuado; los datos, su almacenamiento y procesamiento deben incorporar criterios de transparencia, trazabilidad y ética.

Brasil ha puesto sobre la mesa una estrategia ambiciosa para convertirse en un líder de centros de datos verdes en América Latina, articulando incentivos fiscales, reglas de sostenibilidad y una apuesta por la innovación digital. Si tiene éxito, podrá combinar crecimiento económico, soberanía digital e impacto climático positivo, pero requiere que los compromisos se traduzcan en cumplimiento, que la infraestructura venga acompañada de innovación sostenible y que la paradoja entre IA y consumo energético se gestione con rigor.

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Nube Contaminación ambiental Agua

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