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Tres razones por las que la industria de la moda debe medir sus emisiones

A nivel global, la industria textil es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, con proyecciones de alcanzar el 26% hacia mediados de siglo.
jue 14 agosto 2025 06:01 AM
Tres razones por las que la industria de la moda debe medir sus emisiones
La industria de la moda tiene frente a sí una oportunidad única: no se trata de cambiar por ideología, sino de evolucionar por estrategia, considera Federico Gómez Guisoli.

México se consolida como uno de los polos más importantes de diseño y manufactura de moda en América Latina. El talento creativo y la capacidad industrial del país son indiscutibles: la industria textil-confección representa el 10 % del PIB manufacturero, con más de 1.3 millones de empleos, y México es hoy el quinto proveedor mundial de confección para Estados Unidos.

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Pero este auge también esconde una vulnerabilidad crítica: su cadena de valor es una de las más intensivas en emisiones y una de las más expuestas a presión regulatoria, comercial y reputacional. A nivel global, la industria textil es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, con proyecciones de alcanzar el 26% hacia mediados de siglo.

Sin embargo, medir las emisiones de carbono no es —ni debe ser— solo una cuestión de propósito ambiental. Para el sector de la moda, es una decisión estratégica con impacto directo en costos, acceso a mercados y relación con sus grupos de interés. Estas son tres razones por las que la medición de emisiones se ha vuelto ineludible para quienes quieran seguir siendo competitivos:

1. Medir para ganar eficiencia y rentabilidad

Los datos de las emisiones de carbono bien medidos no solo permiten reportar, permiten gestionar. En nuestras experiencias con empresas del sector, encontramos oportunidades inmediatas para optimizar procesos, reducir consumos energéticos en manufactura, repensar embalajes y transporte, e incluso consolidar compras más eficientes. La reducción de emisiones suele venir acompañada de una reducción de costos operativos.

2. Medir para abrir puertas (no cerrarlas sin querer)

En la actualidad, las marcas mexicanas que exportan —o planean hacerlo— ya comienzan a toparse con nuevas reglas. Podemos estar hablando de regulaciones como el CBAM europeo o demandas de plataformas globales como Amazon y Zalando. No contar con datos confiables de huella de carbono en su cadena es, cada vez más, una barrera de entrada. Medir es el primer paso para cumplir, competir y crecer en mercados con consumidores que exigen trazabilidad y cumplimiento ambiental.

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3. Medir para construir confianza real

Clientes, inversionistas y hasta colaboradores buscan consistencia entre el discurso y la acción. Las marcas que conocen y gestionan su impacto generan mayor confianza. Y esa confianza se traduce en lealtad, reputación tangible y preferencia de marca. Hoy, no hay storytelling sin storyproofing: los datos bien medidos son la prueba más contundente de un compromiso serio.

La industria de la moda tiene frente a sí una oportunidad única: no se trata de cambiar por ideología, sino de evolucionar por estrategia. Medir las emisiones no es solo el primer paso hacia una operación más sustentable; es, sobre todo, el primer paso para asegurar su lugar en el futuro del comercio global.

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Nota del editor: Federico Gómez Guisoli es director ejecutivo de Kolibri. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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Opinión Industria textil Industria de la moda

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