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Talento rural. El futuro tecnológico también se escribe desde las comunidades

Capacitar y emplear a jóvenes de comunidades rurales es la vía para descentralizar la innovación y demostrar que la tecnología puede ser inclusiva, transformadora y profundamente humana.
jue 09 octubre 2025 06:02 AM
educación comunidades rurales tecnología
Capacitar y emplear a jóvenes de comunidades rurales es la vía para descentralizar la innovación y demostrar que la tecnología puede ser inclusiva, transformadora y profundamente humana, señala Aidabeth Zalazar. (Foto: Jesús Almazán)

México guarda una inmensa reserva de jóvenes en comunidades rurales con el talento necesario para impulsar el desarrollo tecnológico del país. Formarlos, potenciarlos e incorporarlos a empleos, que históricamente se han concentrado en las grandes capitales, no solo es posible: es altamente rentable.

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Hoy, la expansión de la conectividad, el auge del nearshoring y las nuevas inversiones de grandes tecnológicas abren la puerta para que nuestro futuro digital también se escriba desde las comunidades rurales.

El reto empresarial y la oportunidad comunitaria

México tiene una profunda raíz rural: hacia finales de 2020, 21 de cada 100 personas vivían en localidades rurales. De ellas, 4.5 millones son jóvenes, lo que representa el 21.5% de toda la juventud del país ( INEGI ). Sin embargo, gran parte de este talento permanece fuera del radar de las oportunidades de empleabilidad especializada, particularmente en el sector tecnológico, que continúa concentrado en las zonas urbanas debido a la centralización del conocimiento.

La formación académica de alto nivel suele concentrarse en zonas de gran densidad demográfica. Pero el verdadero reto está en romper un paradigma empresarial: creer que en las comunidades rurales no existe talento con potencial tecnológico. El lugar de origen o de residencia no determina, ni limita, la capacidad de los jóvenes para generar valor en el crecimiento de las empresas.

A este sesgo se suma otra idea equivocada: que en el entorno rural solo hay siembra, no talento digital. La realidad demuestra lo contrario.

Para 2025, cerca del 70% de las empresas en México reporta dificultades para encontrar talento ( Manpower Group ). Entre los sectores más afectados está el de Tecnologías de la Información, que desde hace varios años figura entre los líderes en demanda de perfiles calificados tanto en México como a nivel global.

Estos números revelan algo más que un déficit: muestran una oportunidad estratégica para mirar más allá de los bordes urbanos y apostar por la formación y empleo de jóvenes rurales que desean —y pueden— lograr cambios notables.

México vive una coyuntura única para descentralizar la innovación y convertir a las comunidades rurales en protagonistas del desarrollo tecnológico. La relocalización de la producción, la expansión del internet, las inversiones en nube y semiconductores, junto con la apertura que dejó la pandemia al trabajo remoto, fortalecen como nunca antes esta posibilidad.

Innovación descentralizada con rostro humano

La concentración de la tecnología en las grandes capitales ha creado brechas que excluyen a las comunidades rurales. Romper este paradigma implica diseñar programas de formación en habilidades diversas que fortalezcan a los jóvenes de estos territorios. Políticas públicas e iniciativas privadas que impulsen su capacitación, especialización e inserción laboral pueden dar lugar a un modelo de desarrollo que atienda las necesidades de las empresas y, al mismo tiempo, transforme vidas y comunidades.

Apostar por el Talento Rural significa:

- Fortalecer la permanencia productiva de jóvenes en sus comunidades con impacto nacional.
- Crear empleos dignos en entornos descentralizados y remotos, equilibrando la densidad demográfica.
- Potenciar el desarrollo comunitario mediante una economía digital inclusiva y sostenible.

Historias que transforman

Cuando Miriam y Berna, jóvenes de una comunidad rural, acceden a educación tecnológica y formación especializada que les permite tener un empleo digno desde su lugar de origen, el resultado es transformador: cambia su vida, la de su familia y la de su entorno.

La fórmula es simple y poderosa: ingreso digno y estable + posibilidad de permanecer en su comunidad + formación constante + acceso a proyectos globales. Estos factores generan un efecto multiplicador que impulsa territorios rurales más prósperos, inclusivos y resilientes.

En Puebla, por ejemplo, una empresa de desarrollo de software e IA forma y emplea a jóvenes en estas comunidades. Desde ahí, desarrollan soluciones para empresas nacionales e internacionales, demostrando que el talento y la innovación no tienen geografía ni fronteras. La transformación ocurre cuando estos jóvenes reciben confianza, formación y oportunidades reales.

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El futuro tecnológico también se escribe en el verde del campo

Si México acelera la formación tecnológica con enfoque territorial, aprovecha la conectividad rural y canaliza nuevas inversiones hacia cadenas de valor distribuidas, miles de jóvenes podrán incorporarse a la economía digital sin necesidad de migrar.

Capacitar y emplear a jóvenes de comunidades rurales es la vía para descentralizar la innovación y demostrar que la tecnología puede ser inclusiva, transformadora y profundamente humana.

La ecuación es clara: talento joven rural + internet + formación especializada + inversión tecnológica.

Es momento de apostar por el talento local y mirar hacia las comunidades rurales como fuente de innovación y crecimiento. Descentralizar la tecnología —desde la educación misma— no solo es una gran estrategia: es una urgencia para construir un país más justo, próspero y competitivo.

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Nota del editor: Aidabeth Zalazar es directora general y fundadora de Teksi , empresa tecnológica con impacto social. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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