El sector agrícola mexicano es fundamental para la seguridad alimentaria del país y para la economía, al contribuir con casi 10% del PIB. Sin embargo, enfrenta varios desafíos como la concentración en grandes comercializadores y la exclusión sobretodo de los pequeños productores, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estudiantes impulsan a agricultores con robótica

Según la FAO, del total de unidades de producción agropecuaria en el país, 3.2 millones se dedican a actividades agrícolas, es decir, 86%, y se caracterizan por ser de pequeños y medianos productores que se ubican al principio de la cadena productiva, con bajo o nulo uso de tecnología, que usan semillas criollas con bajo uso de agroquímicos y presentan baja productividad, debido a la falta de acceso a servicios financieros, asistencia técnica, tecnologías de la información y la comunicación (TICs) e innovaciones tecnológicas.
En este último punto es donde centra su propuesta Agromach, un proyecto creado por seis estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo. Agromach nació como un proyecto académico que, con el tiempo, se convirtió en una iniciativa con potencial de transformar la siembra. “Todo comenzó hace un año, con un proyecto en la escuela. Cuando lo terminamos ya sabíamos que íbamos a hacer Agromach y qué queríamos desarrollar soluciones tecnológicas para la agricultura”, cuenta Ernesto Roque, uno de los estudiantes de ingeniería en mecatrónica agrícola que fundó el proyecto y que recientemente fueron ganadores del premio Unitec a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social, en la categoría de Prototipo.
La tecnología de Agromach es un robot cartesiano, similar a una impresora 3D, que automatiza el proceso de siembra en charolas de plántulas. Funciona a través de un sistema de visión por computadora que escanea la charola, identifica las cavidades y deposita las semillas con una precisión superior a la de los métodos manuales. “Utilizamos robótica para asegurar que cada semilla quede a la profundidad necesaria para emerger y en la posición correcta para evitar desperdicios”, explica Roque.
Esta solución está diseñada para pequeños y medianos productores que no pueden acceder a maquinaria agrícola de alta gama, cuyo costo puede oscilar entre medio millón y un millón de pesos. En contraste, Agromach tiene un precio estimado de 45,000 pesos. “Ese costo el productor lo recuperaría en un periodo de tres meses, gracias a los ahorros en mano de obra y tiempo”, señala Roque.
El método manual requiere un equipo de entre siete y ocho personas para sembrar alrededor de 140,000 plántulas en una semana, el robot realiza el trabajo de tres personas en el mismo periodo, necesitando solo un operador. Además, tiene la capacidad de sembrar hasta 1,500 plantas por hora, en comparación con las 400 que una persona puede sembrar manualmente.
El equipo de Agromach ha enfrentado varios retos en el desarrollo de su tecnología, especialmente en la manipulación de semillas, ya que varían en tamaño y forma. “Las semillas no son homogéneas, incluso dentro de la misma especie varían en el tamaño”, explica Roque. Actualmente, el equipo sigue perfeccionando el mecanismo de siembra para que pueda manejar distintos tipos de semillas con mayor eficacia.
A pesar de estar en una etapa de prototipo, Agromach ha despertado el interés de productores y organizaciones agrícolas. Han participado en eventos como la Agro Expo Boutique de Agronegocios y en la Universidad Tecnológica de Tlaxcala, donde tuvieron acercamientos con diferentes productores, cuenta Roque.
El siguiente paso para Agromach es consolidar su diseño, hacerlo más compacto y mejorar su software. También buscan establecer alianzas con organismos como FIRA y la Fundación Chapingo para facilitar la llegada de la tecnología a más productores en México. “Todavía tenemos mucho por mejorar, pero estamos convencidos de que esta tecnología puede cambiar la forma en que los pequeños y medianos productores trabajan en México. Queremos que Agromach sea accesible y que realmente marque una diferencia en la vida de los agricultores”, menciona Roque.