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Estudiantes crean un dispositivo que electrifica las sillas de ruedas

Diana Delgadillo y Emilio Rodríguez, estudiantes del IPN, fundaron Chair Out, que desarrolla dispositivos que convierten sillas de ruedas mecánicas en eléctricas sin necesidad de asistencia técnica.
mar 11 marzo 2025 05:00 AM
A wheelchair parking in a house
El adaptador funciona mediante un modelo de fricción que permite mover sillas de ruedas mecánicas a través de un joy stick o una app.

En México, alrededor de 6% de la población presenta algún tipo de discapacidad y, de estos, aproximadamente 58% tiene dificultades para caminar o moverse, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Chair Out busca mejorar la movilidad de estas personas a través de un dispositivo que convierte sillas de ruedas convencionales en eléctricas, sin necesidad de asistencia técnica.

Chair Out es un emprendimiento que nació de la mano de Emilio Rodríguez y de Diana Delgadillo mientras estudiaban el programa de técnico en mecatrónica en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). La idea surgió tras observar a una persona mayor con dificultades para mover su silla de ruedas manualmente.

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“Nos dimos cuenta de que muchas personas enfrentan este problema y que las soluciones existentes, como las sillas de ruedas eléctricas, son costosas y poco accesibles”, dice Rodríguez.

En México, el costo de una silla de ruedas eléctrica ronda de los 10,000 hasta los 50,000 pesos.

Después de dos años y medio de investigación y desarrollo, el equipo diseñó un sistema que motoriza cualquier silla de ruedas mecánica sin necesidad de modificaciones permanentes, por medio de un adaptador que se instala en menos de cinco minutos y es controlado mediante un joystick o una aplicación móvil, sin necesidad de perforaciones o modificaciones.

Este adaptador funciona mediante un sistema de fricción que permite el movimiento de la rueda grande de la silla. Aprovecha la estructura existente de la silla para instalar un control y ajustar unas pequeñas ruedas que, al hacer contacto con la rueda principal, la hacen girar. Gracias a este mecanismo, el dispositivo permite avanzar, retroceder y girar en distintas direcciones.

"Lo hemos probado en seis tipos de sillas, desde las de ruedas neumáticas hasta las más firmes y ha demostrado ser funcional en todas ellas", comenta Delgadillo.

Actualmente, Chair Out se encuentra en la fase de perfeccionamiento de su prototipo y espera lanzarse al mercado en la primera mitad de este año para que sea más compacto, ligero y, sobre todo, accesible económicamente. Para lograrlo, buscan reducir costos de producción mediante la manufactura a gran escala y establecer alianzas con hospitales, fundaciones y entidades gubernamentales.

El costo inicial de producción del dispositivo fue de aproximadamente 6,000 pesos, pero con una producción en serie podría reducirse hasta 35%. Además, uno de los principales desafíos que han enfrentado los fundadores ha sido encontrar algunos componentes eléctricos en el país para la fabricación del dispositivo, lo que dificulta su producción y aumenta el costo, explica Delgadillo.

“Estamos buscando reducir los costos, porque por ahora nosotros lo fabricamos totalmente a mano y lo que estamos buscando es armar una cadena de producción para que sea más accesible”, dice Delgadillo.

El emprendimiento ya ha recibido apoyo financiero a través de concursos de innovación, como al del premio en la categoría de prototipo del premio Unitec a la Innovación, donde ganaron 30,000 pesos o el de Santander Universidades donde obtuvieron 150,000 pesos.

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"Estos fondos nos han permitido mejorar nuestro diseño y acercarnos más a la comercialización", comentó Emilio.

Un modelo de negocio que exploran, además de la venta directa al consumidor es la alianza con otras empresas para que estas ofrezcan el dispositivo.

“Al ser un adaptador tan fácil de poner y quitar en prácticamente la mayoría de sillas de ruedas convencionales, pensamos en un programa de arrendamiento en el que, por ejemplo, en centros comerciales, aeropuertos o parques, las personas, ya sea que lleven su silla de ruedas o que la obtengan en el lugar, puedan rentar el adaptador por determinado tiempo”, explica Rodríguez.

Por ahora, el siguiente paso de los fundadores es la comercialización de sus dispositivos a través del canal online, ya sea a través de página web o redes sociales, pero esperan contar con una alianza para impactar a más personas.

"Lo que buscamos es que las personas puedan controlar a dónde quieren ir, que tengan esta independencia y que no tengan que depender de otra persona para poder desplazarse”, dice Delgadillo.

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discapacidad Innovación

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