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China lanza el primer centro submarino alimentado por energía eólica

La infraestructura se encuentra bajo las aguas de la costa de Zhoushan y está diseñada para reducir el consumo energético y las emisiones.
mar 28 octubre 2025 05:55 AM
China y centro de datos
Highlander estima que una vez concluido el proyecto completo, el sistema podrá albergar centenares de módulos interconectados, formando una red de centros de datos marinos capaces de atender la creciente demanda de almacenamiento. (China Daily)

El vertiginoso crecimiento del mundo digital tiene un costo oculto: el enorme consumo de energía de los centros de datos. Estas instalaciones, esenciales para el funcionamiento de internet, la nube y la inteligencia artificial (IA), se han convertido en uno de los mayores retos para la sostenibilidad global. Sin embargo, China ha dado un paso al frente para aprovechar los recursos naturales de forma sostenible sin poner en riesgo el progreso tecnológico.

Hace unos días, China inauguró en Shanghái la primera fase del primer centro de datos submarino del mundo alimentado íntegramente por energía eólica, un proyecto que marca un hito en la innovación tecnológica y la sostenibilidad. Según los desarrolladores, este modelo revoluciona la industria de los centros de datos, al ofrecer una alternativa más eficiente, segura y sostenible frente a los complejos terrestres tradicionales, que requieren grandes cantidades de energía y espacio.

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De acuerdo con la agencia estatal Xinhua, la infraestructura desarrollada por la empresa Highlander, se encuentra bajo las aguas de la costa de Zhoushan y está diseñada para reducir el consumo energético y las emisiones de carbono, dos de los principales desafíos del sector digital.

Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), los centros de datos consumen entre el 1.5% y el 3% de la electricidad mundial, una cifra que podría duplicarse en la próxima década si no se adoptan medidas más eficientes. La demanda se dispara con el auge de la IA, el streaming, las criptomonedas y el almacenamiento masivo de información en la nube.

Algunos gigantes del sector, como Google, Amazon y Microsoft, han iniciado proyectos de centros de datos alimentados por energía eólica o solar para instalaciones submarinas o en regiones frías para reducir el consumo de refrigeración. Sin embargo, pese a los avances que ha mostrado China, la transición hacia una infraestructura verdaderamente verde avanza más lento que el crecimiento del tráfico digital.

El alto consumo de agua de los centros de datos

De acuerdo con Environmental and Energy Study Institute, los grandes centros de datos pueden consumir hasta cinco millones de galones por día, lo que equivale al uso de agua de una ciudad poblada por entre 10,000 y 50,000 personas. La mayor parte de este recurso se destina a los sistemas de enfriamiento, especialmente en instalaciones ubicadas en regiones cálidas o áridas.

Empresas tecnológicas como Google y Meta han reconocido el impacto hídrico de sus operaciones. Según reportes anuales de sostenibilidad, Google reportó el uso de 6,100 millones de galones de agua, mientras que Meta utilizó más de 3,000 millones.

El problema no radica únicamente en el volumen total del consumo de agua, sino en la localización de muchos centros en zonas con estrés hídrico, donde compiten con comunidades y sectores agrícolas por un recurso cada vez más escaso. El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) advierte que la expansión de los centros de datos, impulsada por la IA, el comercio electrónico y la computación en la nube, podría agravar las tensiones sobre los recursos naturales si no se adoptan medidas sostenibles.

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“Los agricultores se enfrentan a una menor producción de cultivos debido a la escasez de agua para riego y al aumento frecuente de sus precios. Algunos casos provocan malestar social, como se observó en Países Bajos, Chile y Uruguay”, agrega el WEF.

Cómo funciona este centro de datos submarino

A diferencia de los centros de datos tradicionales, que requieren enormes cantidades de agua dulce para sus sistemas de enfriamiento, el modelo submarino que ha puesto en marcha el país asiático aprovecha las bajas temperaturas del océano para disipar el calor de los equipos. El agua marina fluye por intercambiadores térmicos sellados, sin entrar en contacto directo con los componentes electrónicos, lo que garantiza seguridad y eficiencia energética.

La agencia estatal también destaca que el suministro eléctrico proviene de parques eólicos marinos cercanos, lo que hace posible un funcionamiento 100% con energía renovable. Según los comunicados de los desarrolladores, esta configuración permite reducir hasta en 40% el consumo energético total y prácticamente eliminar el uso de agua dulce.

Además de la eficiencia térmica, el entorno submarino ofrece mayor estabilidad y seguridad: las cápsulas están protegidas de incendios, fenómenos meteorológicos extremos y fluctuaciones de temperatura, lo que mejora la confiabilidad operativa y reduce los costos de mantenimiento.

Highlander estima que una vez concluido el proyecto completo, el sistema podrá albergar centenares de módulos interconectados, formando una red de centros de datos marinos capaces de atender la creciente demanda de almacenamiento y procesamiento impulsada por la inteligencia artificial y la computación en la nube.

Con esta iniciativa, según el WEF y organizaciones internacionales, China no solo busca aumentar su capacidad digital, sino también posicionarse a la vanguardia en innovación tecnológica verde, lo que demuestra que la transformación digital puede avanzar sin comprometer los recursos naturales del planeta.

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