“Lo que tiene a favor es que en lugar de convertirse en un residuo normal y permanecer en la Tierra por más de 400 años, nuestro empaque se va a biodegradar y se va a transformar en alimento o en energía para hongos y microorganismos que estén en el planeta”, dijo Chaves.
WWF también sugiere la eliminación o sustitución del plástico por otros materiales con menor impacto ambiental, fomentar la reutilización, el rediseño o la mejora de los procesos de separación, acopio y reciclado, así como intervenciones políticas para apoyar la aplicación de estas soluciones.
Estas soluciones contribuyen a disminuir el volumen de residuos plásticos y responde a la demanda de consumidores que prefieren cada vez productos con empaques sostenibles. De acuerdo con el estudio ‘Percepción de plástico y consumo de empaques Latinoamérica 2024’ de La Vulca & Netquest, 70% de los encuestados consideran que se han convertido en personas más conscientes sobre los empaques y envases que compran, y el 85% quisiera hacer más para proteger al planeta del medio ambiente.
¿Cómo los consumidores pueden disminuir su huella?
Adquirir algún producto en el Buen Fin no tiene porqué traducirse en una generación desmedida de residuos. Si bien ocho de cada 10 internautas planean adquirir algún producto o servicio durante la campaña, hay algunas acciones que se pueden realizar para disminuir el impacto.
Optar por compras en tienda física, en lugar de en línea, es una manera de reducir el uso de embalajes plásticos. De acuerdo con la AMVO, durante el Buen Fin siete de cada 10 potenciales compradores utilizarán tanto el canal online, como el físico; mientras que el envío al domicilio es el principal método de elección en la forma de entrega, aunque el interés por la modalidad de recolección continúa creciendo.
Para aquellas personas que prefieren las compras en línea, reciclar adecuadamente el empaque es clave. Según el estudio de La Vulca & Netquest, el 47% de las personas que compran en línea no reciclan los empaques, lo que incrementa la presión sobre el sistema de gestión de residuos y aumenta la contaminación.
Además, los consumidores pueden elegir productos con empaques biodegradables y certificaciones ambientales que garanticen su bajo impacto. Este tipo de consumo responsable no solo reduce la cantidad de plástico convencional en circulación, sino que también promueve prácticas más sostenibles entre las empresas.