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La gestión de residuos, el talón de Aquiles de la industria restaurantera

Aunque algunos negocios como Sushiitto han optado por alianzas circulares con impacto medible, más del 90% de los residuos de restaurantes en México siguen sin gestionarse de forma eficiente.
jue 29 mayo 2025 05:00 AM
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Más del 90% de los residuos restauranteros terminan en el basurero común.

Cuando Sushiitto decidió sumar sostenibilidad a su menú, no empezó por lo más evidente. En lugar de eliminar empaques o cambiar los envases para delivery, se enfocó en algo que pasa desapercibido: los palillos de bambú de un solo uso.

Desde 2022, la cadena mexicana de comida japonesa colabora con Chop Value México, una empresa de economía circular especializada en recolectar palillos usados para transformarlos en nuevos objetos: revestimientos, portavasos, mobiliario. Hasta hoy, han logrado recuperar más de 1.2 millones de palillos, el equivalente a 4,800 kilogramos de residuos desviados de rellenos sanitarios.

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El impacto ambiental es clave. Esa cifra representa una reducción de 58,435 emisiones de CO2, lo que equivale a lo que capturan 4,800 árboles en un año. El modelo consiste en recolectar los palillos, clasificarlos, secarlos, prensarlos con resina ecológica y darles una segunda vida.

“No se trata de un esfuerzo de marketing verde. Esto es economía circular en acción”, menciona María Cisneros, directora de ESG y Relaciones Públicas de CMR. “Para nosotros es una acción clave porque muy pocas veces somos conscientes de cuántos residuos generamos. Cuando lo entendimos, decidimos darle una segunda vida a materiales que tradicionalmente se desechan, asegurándonos que la sostenibilidad no fuera algo accesorio, sino parte integral de nuestras operaciones”.

A pesar de iniciativas como ésta, la industria sigue lejos de un manejo eficiente de residuos. De acuerdo con Chop Value, la gran mayoría de restaurantes en México no cuenta con protocolos internos de separación ni alianzas con recicladoras o centros de compostaje. La consecuencia es que más del 90% de los residuos restauranteros terminan en el basurero común.

“En la industria restaurantera todavía no se está hablando de este tema, todavía no está lo suficientemente madura para hacer un reciclaje como se debería. Y es que no se trata de falta de ganas, sino que aún no se está consciente del impacto que los residuos generan en el sector. La sostenibilidad todavía es muy superficial”, dice Arturo Katz, CEO y co-fundador de Chop Value.

Un sector con avances lentos y aislados

Los esfuerzos aislados -como sustituir envases de unicel por biodegradables o eliminar popotes- no son suficientes si no hay una infraestructura urbana adecuada para el reciclaje o compostaje. Muchos productos etiquetados como ecológicos acaban en el mismo camión de basura.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estima que cada mexicano genera un kilo de residuos sólidos urbanos al día, y que el sector de alimentos preparados es uno de los principales generadores de desechos no orgánicos: envases, empaques, servilletas, popotes, cubiertos y utensilios de un solo uso.

“Hay una gran necesidad de hacer un cambio para evitar una crisis climática. Si bien, es cierto que la industria todavía no da avances significativos de forma conjunta, son los clientes los que están cada vez más conscientes, generando una selectividad importante a la hora de consumir y, sobre todo, alimentarse. Son ellos los que se han dado cuenta que los residuos no son basura, sino recursos, así que están exigiendo a las empresas cambiar la forma en que gestionan sus desechos”, comenta Gala Ochoa, Community Builder Chop Value México.

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Para Braulio Valenzuela, Country Manager para México de Cheaf, el reto va más allá de las cocinas.

“No se trata solo de reducir desperdicios, sino de transformar la operación de la industria para ganar eficiencia y confianza en un mercado que exige una mayor claridad en torno a la seguridad y sostenibilidad alimentaria”, señala Valenzuela.

Los expertos coinciden en que México carece de políticas públicas robustas y específicas para impulsar la gestión sustentable de residuos en el sector restaurantero. A nivel federal, no existe una normativa que obligue a los establecimientos del sector a separar, reciclar o compostar sus desechos. La legislación ambiental, en su mayoría, recae en gobiernos locales que pocas veces fiscalizan o acompañan a los negocios en la transición.

Ante este panorama, no basta con sustituir materiales, es necesario repensar el ciclo completo de los residuos, desde su origen hasta su valorización.

El desafío es grande, pues en México se desperdician alrededor de 105 kilos de comida por persona al año y los residuos de utensilios y empaques multiplican la huella ecológica del sector.

“Sabemos que estamos enfrentando una crisis climática y de recursos. Pero también sabemos que cada decisión cuenta, y que la industria restaurantera puede convertirse en parte de la solución si adopta modelos circulares de verdad, no solo de discurso”, dice Cisneros.

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Contaminación ambiental Industria restaurantera

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