Publicidad

La ruta de los programas ESG. Una perspectiva empresarial

Cuando una empresa acepta que su impacto ambiental, social y de gobernanza afecta directamente su rentabilidad y reputación, deja de ver ESG como un gasto y lo integra como una inversión estratégica.
lun 29 septiembre 2025 06:00 AM
Empresas en México y Centroamérica ven más necesaria la gestión de riesgos ESG
Las empresas que integren ESG de manera estratégica estarán mejor preparadas para enfrentar crisis, innovar y ganarse la lealtad de sus públicos, entendiendo que el impacto que dejamos hoy definirá la licencia social y económica para operar mañana, considera Rosalba Delgado. (iStock)

En los últimos 20 años, los programas de ESG (por sus siglas en inglés de Ambiental, Social y Gobernanza) han evolucionado de ser iniciativas secundarias a convertirse en un componente esencial para las empresas que desean prosperar a largo plazo.

Publicidad

Al comienzo de mi carrera, las conversaciones sobre estos temas no estaban bien estructuradas y carecían de marcos de referencia globales claros. Hablábamos de responsabilidad social corporativa, filantropía o proyectos comunitarios, pero rara vez logramos integrarlos en una estrategia coherente que influyera en las decisiones empresariales. Según un informe de KPMG, en 1993 solo el 12% de las empresas informaba sobre prácticas de sostenibilidad; para 2024, este porcentaje ascendió al 96%, destacando la importancia creciente de la sostenibilidad en la gestión corporativa.

Hoy, la situación es diferente y también más desafiante. La presión de inversionistas, consumidores y comunidades ha convertido estos programas en un eje estratégico que debe permear cada nivel de la organización. Dejó de ser deseable (nice to have) para convertirse en un estándar transversal con prácticas mínimas indispensables que debe integrar la industria. Un estudio de Deloitte indica que el 83% de los inversionistas a nivel mundial integran criterios de sostenibilidad en sus análisis, mostrando cómo ESG ya influye en la evaluación del desempeño corporativo.

De acciones aisladas a estrategias integrales

Un aprendizaje clave es que ESG no debe verse como un conjunto de acciones aisladas para cumplir regulaciones o mejorar la imagen pública. El verdadero valor surge cuando estos criterios se convierten en una guía que orienta cada paso del negocio.

Cuando una organización reconoce que su impacto ambiental, social y de gobernanza afecta directamente su rentabilidad y reputación, deja de ver ESG como un gasto y lo integra como una inversión estratégica. Esta visión no solo genera eficiencias operativas, sino que también abre oportunidades en mercados más exigentes y fortalece la confianza de los grupos de interés.

Tres factores clave para el éxito

A lo largo de mi experiencia en diferentes corporaciones y sectores, he identificado tres elementos que marcan la diferencia en la implementación efectiva de programas ESG:

1. Conexión con el negocio

Los compromisos deben alinearse con la naturaleza y el propósito de la empresa. Un plan de reducción de emisiones, por ejemplo, debe estar integrado con las operaciones, la cadena de suministro y la innovación, no limitarse a acciones filantrópicas.

2. Medición y transparencia

Definir indicadores, desde la huella de carbono hasta la diversidad en los puestos de liderazgo, es esencial. Datos recientes de The Conference Board revelan que solo el 25% de las grandes empresas usaron el término “ESG” en los títulos de sus reportes en 2024, aunque el 87% siguen difundiendo objetivos climáticos, lo que evidencia una orientación real y no solo retórica.

3. Evolución constante

Los estándares, regulaciones y expectativas cambian rápidamente. Las empresas que sobresalen son aquellas capaces de adaptar sus programas a nuevas realidades sin perder el rumbo.

Liderazgo y cultura organizacional

La visión de largo plazo y el liderazgo son el motor detrás de cualquier avance en ESG. He trabajado con equipos directivos que entienden que su papel va más allá de aprobar presupuestos; deben dar ejemplo: integrar criterios sostenibles en la selección de proveedores, establecer metas de reducción de emisiones alineadas con los objetivos corporativos o incorporar formación ESG obligatoria en todos los niveles de la organización.

Además, la cultura organizacional debe respaldar cada compromiso. Por ello, la formación interna y la participación activa de los colaboradores son esenciales para lograr resultados tangibles; incluso proporcionando capacitaciones y sensibilización más allá de la huella o el impacto en las empresas sino en sus roles como miembros de una sociedad más participativa.

El contexto latinoamericano

La implementación de ESG en América Latina enfrenta desafíos únicos:

- Infraestructura insuficiente en ciertas regiones para alcanzar metas ambientales.
- Regulaciones y conceptos heterogéneas entre países, e incluso al interior entre estados y municipios.
- Desigualdades sociales que requieren un enfoque más inclusivo.

Sin embargo, también existen oportunidades singulares: abundancia de recursos naturales que pueden impulsar energías renovables, una población joven con creciente conciencia ambiental y una presión social cada vez más fuerte para exigir rendición de cuentas.

Es en esta combinación de retos y oportunidades donde los programas ESG pueden no solo generar valor empresarial, sino también convertirse en motores de desarrollo local.

Publicidad

Tendencias que marcarán el futuro

En mi análisis, tres tendencias definirán el rumbo de ESG en los próximos años:

1. Integración en Reportes Financieros: Los inversionistas y otros stakeholders demandarán que el desempeño ESG tenga el mismo peso que los resultados económicos.

2. Supervisión Institucional Reforzada: Más allá de nuevas leyes, veremos cómo organismos multilaterales, asociaciones industriales y calificadoras de sostenibilidad elevan sus estándares.

3. Consumidores Más Vigilantes: La transparencia y la coherencia serán escrutadas en tiempo real por la opinión pública y las redes sociales.

En resumen, las empresas que integren ESG de manera estratégica estarán mejor preparadas para enfrentar crisis, innovar y ganarse la lealtad de sus públicos, entendiendo que el impacto que dejamos hoy definirá la licencia social y económica para operar mañana.

____

Nota del editor: Rosalba Delgado es Directora de Asuntos Corporativos de Mars Wrigley para Latinoamérica Norte. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Tags

Opinión ESG Empresas

Publicidad