También existen iniciativas internacionales como Pledge 1% que invita a las empresas a destinar al menos 1% de sus ingresos, tiempo o productos a causas sociales. Este modelo ha sido adoptado por compañías tecnológicas y startups que buscan integrar la responsabilidad social en su ADN corporativo.
TS4, firma mexicana de consultoría y partner de Salesforce, recientemente se sumó a la iniciativa de Pledge 1%, de la cuál Salesforce es fundadora.
“Desde hace tiempo, implementamos una política interna en la que cada trimestre realizamos una campaña con enfoque en responsabilidad social y corporativa, ya fuera en favor del medio ambiente o de la comunidad. Al conocer Pledge 1%, nos dimos cuenta de que ya cumplíamos con los requisitos para sumarnos”, explica Greco López, director de marketing de TS4.
La compañía destina al menos 1% de sus recursos a iniciativas sociales y ambientales, combinando donaciones en especie con voluntariado corporativo. Además, TS4 realiza sus campañas y donaciones de la mano con el apoyo de asociaciones. La más reciente, que inicia a mediados de abril, se llama Tech for Kids, en la que brindarán apoyo a niños en situación de calle a través de Hogares Providencia.
Para López, este tipo de iniciativas tienen todo el sentido para el negocio, porque afianza la confianza de sus consumidores y clientes, y construye una buena reputación corporativa.
Si bien estas estrategias ayudan a muchas ONGs a sobrevivir y crecer, aún queda un largo camino por recorrer. La diversificación de fuentes de ingreso, la colaboración con empresas y el acceso a fondos internacionales son caminos que pueden marcar la diferencia para que estas organizaciones continúen su labor y maximicen su impacto en la sociedad.
“Las organizaciones que trabajamos por el impacto social tenemos una gran responsabilidad con las comunidades que atendemos, y asegurar nuestra sostenibilidad financiera es clave para cumplir con nuestra misión a largo plazo”, asegura Calatayud.